Ponga un pazo-castillo en su vida por solo 225.000 euros
La inesperada pandemia del covid-19 ha puesto en valor el rural y también el interés por las viviendas que, vacías y dispersas, languidecen en muchas aldeas que se están quedando sin gente en el mapa gallego. Esto es, al menos, lo que dice algún reciente estudio y un buen número de inmobiliarias, que destacan el aumento de las búsquedas de casas, con huerta, en pequeños ayuntamientos.
En esa nómina de casas en venta en el rural, para los que tengan el sueño de vivir en un palacio-castillo, en el portal inmobilairio galicianrustic.com se ofrece también, casi a precio de saldo, la fortaleza de Quindós, en el municipio lucense de Cervantes, en plena sierra de Os Ancares. Está a la venta desde hace siete años, pero nadie se ha animado a comprarlo, pese a que se rebajó del medio millón de euros iniciales a los 225.000 que figuran en la actualidad en la ficha de la ciatada web inmobiliaria.
“Este palacio seria absolutamente perfecto como hotel de alta gama”, con esta etiqueta lo presenta el mencionado portal inmobiliario. Completa la descripción indicando que tiene dos torres que dominan el valle y las vistas son increíbles. “El palacio tiene el tejado en buen estado (ha sido restaurado), el patio central interior es mas grande que algunas plazas de pueblo. Tiene además una palloza para restaurar”.
BIEN DE INTERÉS CULTURAL. Esta fortaleza gallega fue declarada Bien de Interés Cultural en 1949 y perteneció a la saga de los señores de Quindós, familia que con su apellido dio nombre al castillo y a la parroquia en que se localiza en el pequeño concello de Cervantes, en la recia montaña lucense.
El palacio fortificado, en un entorno natural envidiable para casos de confinamiento sanitario, ostenta en su fachada principal el escudo heráldico de estos nobles y en el está grabada la leyenda “Soy la casa de Quindós fundada en esta montaña”.
Esta edificación, ejemplo de arquitectura defensiva, es de planta rectangular con dos torres cilíndricas, que flanquean la puerta principal. Conserva en su interior restos de pinturas renacentistas. Levantada en el siglo XV por Payo Quindós, el mayorazgo pasó en 1717 a los marqueses de San Sadurniño y fue su residencia hasta finales del siglo XIX. Hoy sus propietarios actuales la tienen a la venta.
El mayor problema de este palacio-fortaleza a la hora de comprarlo es su estado de conservación, ya que sería preciso acometer unas obras de reforma que podrían rondar el millón de euros.
EN COVADONGA. La influyente familia Quindós puso hace siglos sus ojos en esta tierra a la que le bautizaron con su nombre. Se dice que León de Quindós, primero del linaje, luchó con Don Pelayo en la batalla de Covadonga. A raíz de ahí la estirpe fue creciendo y gracias a su influencia lograron erigir la aldea cervantega de Quindós como el centro neurálgico del entorno, en el que la vida bullía.
Quindós, en la actualidad, subsiste con una veintena de habitantes que recuerdan los buenos tiempos de una aldea cuyo nombre imponía respeto en cada rincón de Os Ancares lucenses. Una época que es historia y que no volverá, en una sierra que se despuebla.
Los señores de Quindós poseían buena parte de los terrenos ancareses, tal y como revela el escudo que engalana el palacio que levantaron en la aldea, una impresionante fortaleza ahora en completo abandono. El blasón tiene la imagen de tres lunas, que era lo que se decía que se tardaba en recorrer todos los terrenos que poseía la familia, según un descendiente de la estirpe.