Galicia

Último paso en el Pazo do Hórreo para la polémica reforma de la lei de saúde

Aseguran que va a reforzar la sanidad pública // Pontón cree que responde a la pandemia con sanciones y multas // Caballero, que no soluciona los problemas

  • 23 feb 2021 / 01:00
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El portavoz del PPdeG en el Parlamento gallego, Pedro Puy, aseguró que la modificación de la lei de saúde, que se debatirá en el Pleno de este martes, “refuerza nuestra sanidad pública, dotándola de más instrumentos y garantías para combatir eficazmente” la pandemia.

Insistió en que es un paso “necesario e importante” en la dotación de medios para actuar dentro de la “seguridad jurídica”, proteger mejor la salud y hacerlo “con garantías para que los administrados no se vean sujetos a decisiones arbitrarias”. Pedro Puy acusó a la oposición en el Parlamento de “coincidir” con los negacionistas en los argumentos para no apoyarla y se mostró sorprendido por la postura de BNG y PSdeG por la reforma de esta ley, que saldrá adelante con la mayoría absoluta popular.

“La oposición dice que esta ley instaura un estado de alarma permanente, un argumento que coincide precisamente con los negacionistas que se manifestaron el sábado en Santiago”, manifestó, en referencia a las movilizaciones convocadas por Policías por la Libertad, con el apoyo de otros colectivos, y que se prevé que se repitan este martes, coincidiendo con el debate, frente al Pazo do Hórreo.

La iniciativa fue registrada por el Grupo Popular en la Cámara y es una adaptación de la Lei 8/2008, de Saúde de Galicia, a un contexto de pandemia con la inclusión, entre otros, de un régimen de sanciones de hasta 600.000 euros, en función de la gravedad y las conductas. Mientras se tramitaba, se vio envuelta en polémica cuando el portal del ciudadano del Parlamento, Lexisla con nós, y las cuentas de correo de los diputados sufrieron un ataque atribuido a un grupo antivacunas que envió cientos de comentarios de rechazo.

El portavoz del Partido Popular en O Hórreo rechazó el argumento de que la ley “no sirva para reforzar la sanidad pública, cuando es absolutamente todo lo contrario” y, en cuanto a su necesidad, recordó que el mismo lehendakari Urkullu había reconocido que estaban ya “agotadas” las herramientas jurídicas disponibles para la toma de decisiones durante la pandemia.

También el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se manifestó ayer para lamentar las críticas recibidas a la “única ley de pandemias que va a entrar en vigor en el país”. Aprovechó el momento para calificar de “irresponsable y falta de respeto para los gallegos que cumplen las normas” la manifestación negacionista celebrada el pasado sábado en Santiago, y que hoy volverá a reproducirse ante O Hórreo.

Por su parte, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, adelantó que su grupo “no puede apoyar una ley que no va a aportar soluciones” en la lucha contra la pandemia y que, al contrario, “crea problemas donde no los hay”.

La nacionalista se mostró convencida de que la reforma de la ley tendría que reforzar el sistema sanitario público y añadió que ante una crisis sanitaria, que también deja “una crisis económica y social sin precedentes”, la respuesta de un gobierno “no pueden ser multas y sanciones”.

E insistió Ana Pontón en la necesidad de “más medios y personal” para el sistema sanitario público, “lo que no hace esta ley”.

En la misma línea se pronunció el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, que después de decir que continuará siendo “leal y responsable”, en alusión a las decisiones del comité clínico, cuestionó la estrategia del presidente de la Xunta con la reforma de la ley, que calificó como “improcedente” y que no soluciona los problemas. Aseguró que el PPdeG “se mete en un charco intentando regular y legislar aquello para lo que no tiene competencias”: “El debate sobre esta ley es un mecanismo para despistar, para confundir”.

Mientras, el portavoz socialista de sanidad, Julio Torrado, afeó a los populares que no quisiesen “cambiar nada” de la propuesta desde que la registraron y aseguró que no sirve para “afrontar” los problemas de salud derivados de la COVID. Torrado lamentó que llegue tarde y recordó que la limitación de libertades individuales tiene “un dudoso encaje legal”.

Podemos Galicia tachó el proyecto de una “chapuza jurídica, inconsistente desde el punto de vista legal e innecesaria ya que no cumple con el objetivo fundamental, que sería el de mejorar la salud de los gallegos”. El secretario xeral y diputado en el Congreso, Antón Gómez-Reino, aseguró que la reforma “esconde un notable recorte de derechos y libertades”. De la misma forma, la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública reiteró en un comunicado su apoyo a la Plataforma SOS Sanidade Pública y a las fuerzas que se oponen a la reforma y dejó claro que sus críticas no responden a posiciones negacionistas.

Regula limitaciones de horarios, uso de la mascarilla o vacunación

El texto de la lei de saúde das las medidas preventivas, medidas de control de enfermos, contactos estrechos o en riesgo y posibles acciones que puedan ser adoptadas por las autoridades sanitarias para proteger la salud, incluyendo las limitativas de derechos fundamentales.

• Medidas preventivas: figuran limitaciones de horario de apertura o cierre de establecimientos, medidas de seguridad e higiene, obligación del uso de la mascarilla, la obligación de suministrar datos a la Administración, especialmente las personas de otros lugares, o la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública.

• Medidas de control: para el control de enfermos, contactos estrechos o en riesgo se fijarán actuaciones como el aislamiento en domicilio o internamiento en hospitales, sometimiento a un tratamiento adecuado, cuarentena de contactos estrechos, test o cribado, sometimiento a la vacunación, medidas que limiten la circulación y la movilidad, confinamientos de zonas y restricciones a agrupaciones de personas.

• Sanciones: podrán considerarse infracciones leves, graves o muy graves, con sanciones de hasta 3.000 euros en el caso de las leves, y de 3.001 a 60.000 euros en las graves, que podrán llegar a los 600.000 euros en el caso de las muy graves.

• Infracciones: el texto de la lei de saúde que se debate hoy contará con una completa enumeración de las posibles infracciones, como no usar la mascarilla, celebración de fiestas o incumplir el aislamiento o la cuarentena.

• Uso de la mascarilla: no llevar la mascarilla, por ejemplo, estará sancionado con 100 euros, que puede incrementarse en función del incumplimiento.

• Vacunación: el rechazo a vacunarse o a hacerse pruebas está estipulado como leve (sancionado con entre 1.000 y 3.000 euros) en el caso de que las repercusiones tuviesen una “incidencia escasa o sin trascendencia directa en la salud de la población”, pero pueden pasar a graves o muy graves en función del daño ocasionado a los demás.

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