Alertan de que comienza la 'turismofobia' en Compostela
Precio de los pisos y ocupación de los espacios públicos son las principales quejas // Bugallo reclama una regulación
El recelo que algunos compostelanos experimentan hacia la masificación del turismo no es solo por el encarecimiento de los alquileres, sino también por otros fenómenos como las aglomeraciones de personas y grupos que se producen en el casco histórico, sobre todo, en el entorno de la Catedral.
Así, el alcalde compostelano alertó ayer de que en la ciudad ya se empezaban a apreciar algunos síntomas de la llamada turismofobia, en forma de quejas por las dificultades para compaginar las actividades cotidianas de los residentes con las aglomeraciones de visitantes en las calles, un problema sobre el que precisamente hablaron en la reunión del Consejo Jacobeo, para tratar de establecer medidas que permitan que esta presencia masiva que se prevé para 2021 no afecte a los residentes y provoque una experiencia negativa a los turistas. "Estamos seguros de que o Xacobeo será un éxito, pero temos que pensar tamén na convivencia", concluyó, destacando que será un momento en el que se pondrán a prueba todas las infraestructuras de la ciudad.
En este sentido, señaló que era preciso buscar un equilibrio que garantice la convivencia entre unos y otros, especialmente en una ciudad en la que el calculó que en torno a un 20 % del PIB procede de los visitantes, y un buen número de puestos de trabajo, miles si se cuentan los que genera a lo largo del Camino, dependen de este sector.
El problema más complejo sigue siendo el de las viviendas de alquiler turístico, un aspecto sobre el que el Ayuntamiento está elaborando una ordenanza, pero pendiente de las decisiones que al respecto tome la administración autonómica que es quien tiene las competencias, y la que puede establecer las pautas para aplicar determinadas medidas, como el cobro de un recargo en el IBI para los pisos vacíos, que no se puede aplicar hasta que la Xunta defina este concepto de vivienda vacía.
más control. También instó a los responsables autonómicos a hacer un mayor esfuerzo en el control de estas viviendas de alquiler, ya que recordó que según el registro de la Xunta en la ciudad hay algo más de seiscientos pisos de este tipo, pero los datos que maneja el Ayuntamiento sitúan esta cifra en el doble, por lo que invitó a los responsables a intervenir en el mercado de alquiler.