Boda en Santiago de una pareja de Washington tras recorrer juntos el Camino

Karla y Jason de los Reyes, una pareja que vive en Washington, eligieron Santiago para casarse tras hacer el Camino. La boda se celebró el pasado 12 de diciembre en el Pazo de San Lourenzo. Decidieron que este lugar sería la mejor meta para pasar por el altar. La noticia acaba de salir publicada en The New York Times, entre otros medios católicos, como Religión en Libertad, tal y como recoge en su web la Archidiócesis compostelana.

Curiosamente, la primera vez que hicieron la Ruta Xacobea fue por separado. Primero, fue Karla, la primera en venir a Santiago al hacer el Camino en 2015. Tres años después lo recorrió, también en solitario, Jason.

Cuando se conocieron en Estados Unidos decidieron que si se casaban la ceremonia religiosa debería estar relacionada con la peregrinación que hicieron ambos a la tumba del Apóstol.

"Nos referimos a nuestra planificación de la boda como un camino", dijo Karla, una maestra de Infantil originaria de El Salvador, según recoge el periódico neoyorquino, que destaca que eligió la fecha del 12 de diciembre para celebrar su enlace al ser ese día la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe.

La pareja decidió volver a hacer el Camino de Santiago el pasado mes de diciembre, aunque esta vez juntos, antes de celebrar su matrimonio. Recorrieron los 100 kilómetros que separan Sarria de Compostela a pie, aunque señalaron que fue más dificultoso que la primera vez que hicieron la Ruta al hacerlo en pleno invierno.

En la noticia del New York Times, el periódico recoge que el Camino "es un sitio del Patrimonio Mundial de la Unesco consiste en una red de rutas, recorridas por peregrinos desde la Edad Media, hasta la Catedral de Santiago, que se cree que es el lugar de enterramiento de Santiago Apóstol".

Por su parte, en el Arlington Catholic Herald, el periódico de la diócesis de la pareja, explican que Jason y Karla recibieron "mucho apoyo" de sus familias. "Empacamos todo para la boda y lo dejamos con nuestros padres para que lo trajeran a España. Y lo amigos también se unieron en las largas caminatas de entrenamiento" para hacer el Camino.

Además, dijeron que acabaron la experiencia con mucho más que sellos en sus pasaportes y la Compostela. "Creo que si podemos hacer el Camino juntos, podemos superar la vida juntos".