Castrón Douro entra por fin en la última fase de los trabajos

La primera fase de las obras de reurbanización de la rúa Castrón Douro ha entrado ya en la recta final de los trabajos, al menos, en lo que se refiere a la primera fase, que abarca al tramo comprendido entre las rúas de Curros Enríquez y García Blanco, que ya cuenta con un nuevo pavimento.

Quedan todavía por solucionar algunos de los problemas con los que se encontró el nuevo gobierno municipal, como el desnivel existente entre la rúa y el callejón del Pisón, de casi un metro de cota, y cuyo rebaje ya fue encargado a una empresa, o los problemas con algunos cimientos, de las viviendas, que con la reforma quedaban a la vista. Arreglos que obligaron al gobierno local a buscar una financiación extra de unos 900.000 euros para completar la operación.

A Continuación está previsto acometer una segunda fase que afectará a la parte más alta de la rúa, a Patio de Madres, para acondicionar la conexión con Virxe da Cerca, lo que permitirá por fin reabrir la calle, cerrada desde el inicio de la reurbanización. El nuevo pavimento, en lugar de chapacuña, es similar al que ya se utiliza en Sar, hormigón encintado.

El proyecto, que cuenta con financiación de los Fondos Europeos a través del programa Edusi, se inició ya con retraso en el mes de agosto de 2018, y las previsiones con las que trabaja el gobierno local es que se concluya en torno a la próxima primavera.

Lo que ha quedado descartado, según afirmó el alcalde, Sánchez Bugallo, es la posibilidad de que se peatonalice el vial, ni siquiera en parte. Eso sí, se intentará reducir la presión del tráfico, especialmente de autobuses, desviando parte de él a través de otros viales como la rúa do Hórreo o hacia la futura estación intermodal.