La ciencia se renueva en Salcedo
La Misión Biológica impulsa la investigación en Pontevedra y restaura el caserón de la familia Malvar ·· Dependencias de dirección, gerencia, administración, exposición e investigación dentro de un edificio moderno que conserva la majestuosidad de antaño
El pazo de Gandarón, ubicado en la parroquia de Salcedo, en Pontevedra, es un magnífico edificio situado en el interior de una inmensa finca verde dedicada a las investigaciones de la Misión Biológica. El arzobispo de Santiago Sebastián Malvar y Pinto mandó construirlo a finales del siglo XVIII. Las posesiones se fueron legando a sus descendientes, pero la mala gestión del nieto de Jerónimo Malvar obligó a la familia a venderlo todo a la Diputación de Pontevedra en 1927. Un año más tarde ésta cedió las instalaciones a la Misión.
Desde sus comienzos, esta institución se dedicó principalmente al estudio e investigación de cultivos propios de Galicia, como el maíz, las brásicas y las legumbres. Su objetivo es mejorar estas especies, y hoy en día, con el avance de las nuevas tecnologías, se puede conseguir mediante transformaciones genéticas.
Las actuales dependencias son fruto de un intenso trabajo de restauración a cargo de un grupo de arquitectos, entre los que destaca Mauro Lomba. Las obras de reforma del pazo buscaban conseguir la mayor luminosidad posible para poder ser aprovechada en el interior con el fin de desarrollar las tareas de investigación en los múltiples despachos y laboratorios. Por ello, en el tejado se encuentran numerosas ventanas, y las paredes y los espacios interiores fueron pintados todos en color blanco, para reflejar mejor la luz.
La reconstrucción comenzó en enero de 2006 y duró alrededor de catorce meses. Los gastos, de unos dos millones de euros, fueron sufragados en un 70% por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el resto llegó de fondos europeos.
El pazo consta de tres plantas entre las que están distribuidos una conserjería, cuatro despachos de investigadores y una sala de semillas en la planta baja; despachos de dirección, gerencia y secretaría, sala de juntas, más despachos de investigadores, cafetería y una sala de selección de semillas en el primer piso; y un salón de actos, salas de trabajo y de lectura y laboratorio de marcadores moleculares en el último. Además, en la segunda planta hay también un acceso a la capilla del pazo, convertida en el museo de la Misión.
En su inauguración, el vicepresidente del CSIC, J.M. Labastida, se refirió al compromiso de esta institución con la Junta para la Ampliación de Estudios que creó la Misión en Galicia (1921).
La dirección
Objetivo: mejorar el maíz autóctono y las videsLicenciada en Biología por la Universidade de Santiago de Compostela en 1984, Rosa Malvar hizo su tesis sobre la genética del maíz y empezó a trabajar bajo la custodia del profesor Amando Ordás como becaria en la Misión.
En 1990 se fue a completar su formación académica a la Universidad Agrícola de Wageningen (Holanda) en el departamento de Mejora Genética, y un año más tarde regresó a Pontevedra para incorporarse definitivamente como científica en la Misión.
Los primeros trabajos que desarrolló en este centro de CSIC fueron sobre ese cereal, por eso es una especialista en la Mejora Genética Vegetal.
Hoy en día sigue en esa línea de investigación, centrándose en el maíz gallego y español y en sus relaciones con el americano. Busca sobre todo mejorar el cereal autóctono.
Hoy en día en la Misión hay dos grandes líneas de trabajo, la conservación de recursos fitogenéticos y la mejora genética de espacios cultivados y de interés en Galicia como el maíz, las brásicas y la vid. Aunque actualmente Rosa está más centrada en su labor como directora del centro, sobre todo desde la apertura del nuevo pazo, no abandona la tarea de investigadora y su principal actividad es estudiar la resistencia del maíz a la enfermedad del taladro y a estreses bióticos.
En la presentación del pazo de Gandarón, la bióloga se refirió a la importancia de la existencia de un centro científico de este tipo en Galicia para la preservación de las especies típicas de nuestra comunidad.