Cobran tarifa doble los 'gigolós' que las prostitutas

La discriminación salarial por género se expande como un virus a lo largo de agobiantes oficinas, ajetreados supermercados, infumables discotecas, masculinizados consejos de administración... Los hombres cobran un 35% más que las mujeres, según los informes de CCOO y UGT. Pero la desigualdad económica todavía hace más daño en el carcomido mundo de la prostitución. Los chicos que venden sus cuerpos ganan el doble que las chicas: unos sobreviven en pisos francos y otras malviven en clubes de alterne.

Un prostituto cobra un mínimo de 60 euros por servicio, la cifra cae a 30 euros en el caso de la mujer vendida en la calle. Volviendo los ojos hacia el mercadeo de carne de alto standing, tan minoritario como mediático, los chicos pueden llegar a ganar 400 euros por una sesión de sexo. En el mismo nivel, las prostitutas rondan los 200-250 euros. Asociaciones como Faraxa avisan sobre "o incremento da demanda na prostitución masculina, cunha inmensa maioría de clientes autodeclarados como heterosexuais".

En Galicia, por cada hombre que se prostituye hay 150 mujeres en manos de los proxenetas. Los chulos también cambian de talante según el género de su trabajador. Las chicas se ven sometidas a un régimen marcial en los pisos o clubes de alterne. Ganan menos y también sufren la imposición de multas en caso de no realizar sus servicios, con sanciones que oscilan entre los 80 y los 200 euros: por ejemplo, si deciden no mantener relaciones por tener la regla. La mayoría de los chicos que se prostituyen en Galicia también sufren la vigilancia de un proxeneta, pero "con maior liberdade e menos acoso que no caso das mulleres", según la asociación Faraxa.

Incluso el método de captación resulta muy dispar. Antiguos proxenetas se acercan hasta Brasil o Venezuela para convencer a los varones, con promesas en el mundo de la moda o de las discotecas. Las mujeres localizadas en África son literalmente compradas a sus familias, en numerosas ocasiones. Ellas también tendrán que pagar una mayor deuda que ellos, por los supuestos gastos de transporte y permanencia en España. Las mafias les cobrarán a estas chicas cantidades de hasta 20.000 euros, ampliadas continuamente. En la prostitución masculina, las fuerzas de seguridad no han constatado la existencia en Galicia de tramas organizadas para el tráfico ilegal de personas. En la primera redada realizada en España por trata de hombres, la pasada semana, se demostró que los proxenetas exigían a cada chico 4.000 euros por el viaje y los gastos.

Un informe de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género confirma que entre el 62 y el 82% de las prostitutas han sufrido una violación. El 67% padecen estrés postraumático tras ejercer. Ellos se prostituyen entre los 25 y los 30 años, ellas a partir de los 20 y con mayor dureza.

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