El Compos tropieza con las mismas piedras y cae frente al Athletic B

Athletic B 3   Compostela 1

Bilbao Athletic: Iago Herrerín, Medina, Galán, Etxebarría, Borda, Íñigo Pérez, Cerrajería (Eraso, min. 47), Adrien Goi, Isaac (Julen Goñi, min. 54), Ismael (Etxaniz, min. 75) y Mies.

Compostela: Pablo, Rego, Toño, Catú, Jimmy (Rubén, min. 46), Claudio (Petter, min. 46), Jesús Torres, Mariño, Iván (Vladimir, min. 74), Gonzalo y Sestelo.

Árbitro: Hermosilla Alañá (La Rioja). Amonestó a Íñigo Pérez, Cerrajería, Julen Goñi, Jesús Torres, Alberto Mariño, Petter, Toño, Sestelo, Catú y Rubén Márques (dos veces, expulsado en el minuto 85).

Goles: 1-0, min. 5: Borda. 1-1, min. 18: Alberto Mariño. 2-1, min. 42: Aketxe. 3-1, min. 69: Adrien Goñi.

Campo: Lezama, 800 personas.

El Compostela no levanta cabeza. Volvió a repetir errores pasados que el Bilbao Athletic aprovechó para llevarse el partido y complica cada vez más al colectivo que entrena Fabiano Soares, ya que ve cómo, después de cinco encuentros sin ganar, la permanencia está cada vez más lejana, a ocho puntos de distancia.

Si bien el primer acercamiento del choque correspondió al cuadro visitante, con un disparo de Sestelo, los pupilos de Fabiano volvieron a acusar cierta debilidad en el arranque. El equipo filial se adueñó rápidamente del balón y puso cerco al área custodiada por Pablo. En el minuto 5, la zaga del Compos no fue capaz de despejar un córner, y en el segundo envío seguido cruzado, Borda abrió el marcador.

Nuevamente la escuadra blanquizaul encajaba un tanto en los primeros lances del partido, y otra vez tendría que trabajar para remontar. Sin embargo, encontró dificultades a la hora de generar fútbol. Un arranque de inspiración de Sestelo, que dio el pase de la muerte a Mariño, permitió el empate.

A pesar del 1-1, el encuentro mantuvo su tónica: el balón y la iniciativa para el Bilbao Athletic. Hasta que nuevamente un córner, un desajuste... y 2-1.

Tras el descanso, Fabiano arriesgó y dejó tres defensas en el campo. Pero el Compos se disolvió ante el filial bilbaíno, que se movió a sus anchas y sentenció en una contra. El equipo santiagués lo intentó casi a la desesperada, pero no tuvo la claridad ni las ideas suficientes.