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PIANISTA

Elisa Vázquez Doval: “En la música los silencios dicen mucho”

Nacida en Mugardos ofreció el miércoles en el Conservatorio Profesional de Música de Santiago un recital con obras contemporáneas // “Se tiende a olvidar a los compositores del siglo XX”, comenta

  • 09 feb 2017 / 01:12
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En los alrededores del Conservatorio Profesional de Música de Santiago se escucha y se ve la música. Sonidos de pianos, violonchelos y otros. Escala va, escala viene. En una de las naves laterales se intuyen multitud de instrumentos de Cámara en manos de jóvenes alumnos. Ya en el interior, la sala de actos aparece vacía con la única presencia de una joven y algún colaborador. Ella es Elisa Vázquez Doval (Mugardos), pianista de enorme talento que dio este miércoles un recital centrado en la música contemporánea.

La actuación se enmarca en una de las jornadas organizadas por la ‘Asociación Pianeiros’, a fin de acercar al público la música de piano, sobre todo la más actual. “Estas jornadas me parecen magníficas. El llevarlas a varias ciudades y sobre todo porque están centradas en las música contemporánea. En los conservatorios se suele tender a estudiar hasta principios del siglo XX. Hay más de un siglo de compositores que hay que dar a conocer y que son muy interesantes. Este formato llega además al alumnado, que es nuestro público de futuro”, dice.

El salón de actos se ha llenado con alumnos, profesores y aficionados a la música. La artista explica al público lo que van a escuchar. Durante el recital toca piezas de autores como John Cage, los españoles Zavala, Camarero y Hortigüela, además de Beat Furrer y Elliott Carter. Todos son artistas nacidos el pasado siglo. “Para mí estos autores contemporáneos me resultan muy interesantes por su capacidad para innovar y mostrar nuevas formas de expresión”. Antes y durante el concierto, la pianista informa al auditorio sobre las distintas técnicas que se utilizan a la hora de tocar. Así descubrimos que John Cage imaginó una obra centrada en la percusión, pero sin abandonar su piano. Se le ocurrió situar distintos objetos en medio de las cuerdas que dan sonoridad al piano. “El efecto que se consigue es una distorsión del sonido similar a la del golpeo, al de percusión”. Cuando el instrumento empieza a sonar parece que el timbre celestial se ha mutado por una multitud de pequeños tambores. La técnica de Elisa asombra. Las páginas de las partituras pasan una tras otra. Acaricia el teclado y acierta en cada una de la teclas para ofrecer una extraña pieza musical que hipnotiza. Uno cree estar viendo la inquietante secuencia de una vieja película en blanco y negro.

“En esta obra César Camarero trata de imaginar una música que nos evoque la superficie del agua en calma”, habla al público. Seguidamente explica las técnica aplicadas por el compositor. En otras de las piezas que interpreta se pone en pie y golpea o roza directamente las cuerdas del piano. “Aquí el autor plantea acordes de acompañamiento mudos. Esto genera un eco, una sonoridad que aporta matices sonoros muy interesantes”, relata sobre otro autor.

Niños y mayores escuchan la complejidad de estas obras. A medida que avanza el concierto, parte del público, los más pequeños abandonan el local, ya es tarde. Elisa se despide con varias piezas de Elliott Carter, pianista centenario fallecido en 2012. “Veréis que consigue matices polifónicos”. En el mismo pulso, se tocan varias notas diferentes a la vez. “Es una de las técnicas más difíciles de poner en práctica en piano contemporáneo”, explica ya acabado el concierto a elcorreogallego.es. “Para trabajar esto tienes que estudiar fuera del piano, familiarizarte con la percusión”. No es fácil acercarse a este tipo de obras. Es música de una enorme complejidad técnica, pero que es capaz de transmitir sensaciones y de mostrar un modo de expresión totalmente diferente. “En música los silencios dicen mucho, hay que saber escucharlos”, dice al respetable, algunos, futuros pianistas.

Elisa comenta que vivir de dar conciertos es complicado, pero combinado con la enseñanza, permite hacer una carrera profesional. “Somos pianistas para tocar, para actuar”. Elisa es especialista en música contemporánea. Es tos autores amplian horizontes, me gusta ver el universo de cada uno de ellos. Mi formación ha ido siempre por ahí. Las partituras y creadores los he conocido mucho por bibliotecas. Escucho e investigo muchísimo. Conseguir grabaciones es más complicado”, explica.

El salón ya se ha quedado vacío. “No podría decirte si los años hacen mejor a un pianista. Depende de la artritis”, dice sonriente. “Hay muchos pianistas que me gustan. Para mí lo mas importante es la musicalidad. Pero me gusta especialmente Pierre Laurent Aimard”. El piano negro vuelve a dormir en la soledad del escenario. Elisa camina al lado de ese viejo conocido para recoger las partituras. Mañana y pasado tocará otra vez, esta vez en los conservatorios de A Coruña (jueves) y Ferrol (viernes).

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