Esperanza desde la universidad

EL I Simposio Internacional Jóvenes Investigadores del Barroco Iberoamericano, celebrado en Santiago entre los días 27 y 29 de mayo, ha sido una demostración de que el futuro debe de ser mejor. En un momento como el actual, en el que la Universidad compostelana está pasando, tristemente, de los drásticos ajustes a las lastimosas carencias, más de cincuenta jóvenes, de muy diversos centros de investigación de España, Portugal y América, dan cuenta, desde aquí, de aquello que estudian y, por lo tanto, ponen en valor.

¿En dónde está lo destacable? A nuestro modo de ver, en la forma de hacerlo. Han presentado unas comunicaciones magníficas y de manera impecable; se han esforzado en venir a Galicia para dar cuenta de su trabajo; se han conocido entre ellos en un momento en el que sus trayectorias académicas están, como no puede ser de otro modo, en fase inicial... Los jóvenes son la esperanza.

Todo apunta a que el corto y el medio plazo, en la universidad hispana, estará marcado por la crisis. Resulta evidente, en cambio, que la juventud de México, Brasil, Argentina... lo tiene ahora más fácil para hacer, con el apoyo debido, su camino. Pero una nueva generación española está ahí: bien formada, haciendo su trabajo de una forma ejemplar, llamando con fuerza, para que se la abran, en esa puerta que se llama futuro; tan solo una universidad -y una sociedad- ciega se puede permitir el patético lujo de mantenerla cerrada.

Catedrático de Arte