Fiebre, tos, vómitos y diarreas son lo más común en urgencias pediátricas
Con tiempo y práctica, los padres aprenden a manejar los síntomas de las enfermedades
Santiago. Todos los padres han pasado alguna vez por el trance de tener que decidir entre si es necesario o no acudir a Urgencias con sus hijos ante determinados síntomas. Como su nombre indica, se trata de un servicio que no debe ser utilizado para consultas médicas ordinarias, pero no siempre está claro qué puede esperar a una cita con el pediatra o no.
"La experiencia es uno de los criterios que mayor influencia tiene a la hora de determinar la visita a Urgencias, pues la preocupación disminuye cuando ya se conocen los síntomas y se ha lidiado con ellos en otras ocasiones", explica el doctor Orenci Urraca, jefe del Servicio de Urgencias de Pediatría del HM Sant Jordi, uno de los centros que HM Hospitales tiene en Barcelona especializado en el cuidado de los más pequeños, junto al HM Nens.
Con el tiempo y la práctica, los padres van aprendiendo a manejar los síntomas de las enfermedades más comunes en la infancia y adquieren conocimientos sobre cómo realizar pequeñas curas por simples caídas o por erosiones en la piel, cómo actuar en caso de picaduras y otras lesiones frecuentes.
El problema surge cuando se enfrentan a síntomas nuevos, poco habituales, lo cual ocurre con frecuencia en el caso de los padres primerizos. En este caso, señala el doctor Orenci, "suele influir en su decisión la naturaleza e intensidad de la enfermedad, la edad del niño, la inquietud que generan los síntomas y el acceso al pediatra habitual".
En cualquier caso, fiebre, tos, vómitos y diarrea son los motivos más comunes que llegan a Urgencias.