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S.D. COMPOSTELA

¿Qué fue de... Romano Sion?

Medía 1.82 metros y su constitución física recordaba más a la de un guardaespaldas que un futbolista

  • 29 jun 2009 / 07:41
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Los aficionados de la SD Compostela saben perfectamente que la zurda de Romano Sion no se olvida de un día para otro. Llegado a nuestra ciudad en 1997, el jugador holandés anotó goles inolvidables para la parroquia blanquiazul que han grabado su nombre en las páginas de la época dorada del equipo en los 90.
 
Sion nació el 9 de Junio de 1971 en América del Sur, en la vieja colonia holandesa de Surinam. Lo hizo en la capital, Paramaribo, una ciudad que hoy en día tiene unos 250.000 habitantes y presenta un auténtico crisol de razas y culturas. Hoy independiente, Surinam dejó de ser una colonia a comienzos de los 70, pero muchos de sus habitantes prefirieron emigrar a la metrópoli europea antes que vivir en una democracia joven, inestable y poco consolidada.
 
Romano Sion dio el salto a Europa, donde probó suerte en el fútbol desde una edad muy temprana. La "fábrica de talentos" del Ajax se fijó en él cuando apenas tenía 16 años. Su estancia en la cantera del principal equipo holandés le garantizó una inmejorable tarjeta de presentación, y pronto llegaron los fichajes.
 
Sion firmó por el Milwall inglés a prueba, pero volvió pronto a casa para militar en el Haarlem, donde no tuvo mucho protagonismo durante sus dos primeros años. Su golpe de suerte llega a comienzos de los 90, cuando consigue confirmarse entre los habituales del equipo y llama la atención del Dordretch. Con dicho equipo siguió fogueándose y disfrutando de mayor continuidad.
 
Llegado 1993, Sion había anotado unos 20 tantos y había empezado a causar revuelo con su zurda de oro, que acompañada de su indudable excelencia técnica le permitió deslumbrar en el fútbol holandés. Capaz de adaptarse al juego de banda, el de Surinam gustaba también de jugar como enganche con la delantera.
 
Su potencia física (medía 1.82 metros y su constitución física recordaba más a la de un guardaespaldas que un futbolista) le permitía abrirse paso entre cualquier defensa. Además, su eficaz regate le convirtió en un atacante amigo del lucimiento personal y el adorno, algo no necesariamente bueno para sus compañeros pero desde luego una buena actitud para llamar la atención de los ojeadores de otros clubes.

Romano no era necesariamente un goleador, y sus cifras como anotador así lo demuestran. Pese a tener un buen promedio de tantos, Sion se confirmaba como una opción necesaria para el ataque sobre todo por su capacidad para crear peligro y llevar el balón a los dominios del arquero rival.
 
Uno de los que tomó nota fue el RBC Roosendaal, para el que disputó 24 partidos y anotó 8 goles, o el Groningen, escuadra para la que sumó unos 20 tantos entre 1994 y 1996. La temporada siguiente, entre 1996 y 1997, Sion recaló cedido en el Emmen, donde jugó 27 partidos y anotó 10 goles. Tras dicha estancia vuelve al Groningen, para el que jugó 15 partidos más.

El siguiente vídeo nos muestra a Romano Sion cortándose el pelo en Holanda:

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El jugador tenía fama en Holanda por su afición al juego y la vida nocturna. Cuenta la leyenda que su asistencia a los entrenamientos en Haarlem era tan irregular que era tan habitual encontrarle ejercitándose con sus compañeros como verle en el casino de la ciudad. También su conducta en el terreno de juego, muy temperamental, le hizo acreedor habitual de amonestaciones amarillas y rojas.
 
José María Caneda gestionó su llegada a Santiago convencido de su capacidad para el desborde, su potencia y su goleadora zurda. Con el '21' a la espalda, Romano Sion recaló en la capital de Galicia mediada la temporada 1997-1998. Los primeros meses del año los jugó de nuevo en el Emmen, donde anotó 6 goles en 13 partidos.
 
Ya en Galicia, Sion marcó 6 goles en los 16 partidos que disputó durante su primera temporada. Sus excentricidades y aficiones privadas le ganaron fama de jugador poco centrado, de "genio" capaz de lo mejor y lo peor. Para el recuerdo quedaron tantos como el que consiguió en Balaidos y podemos ver en el siguiente vídeo.


 
Este genial tanto llegaba, además, apenas 40 segundos después de su ingreso en el terreno de juego, y es el mejor ejemplo de la clase y la potencia con la que Sion dejó huella en el fútbol santiagués. Otra tarde para el recuerdo fue la del 11 de Mayo de 1998, con el escandaloso 2-6 que el Compostela le endosó al Deportivo. Ese día, Sion anotó tres goles y dio dos asistencias de gol, liderando un triunfo que también incluyó goles de Fabiano, Viedma y Bellido.
 
Pese a la crisis del club, Sion permaneció en Santiago. Muchos le recordarán dejándose ver por la ciudad. Las malas lenguas dicen que esa afición a la fiesta condicionó su rendimiento. En el ejercicio 1998-1999, no obstante, Sion fue una de las figuras que lideró a un equipo necesitado de alegrías tras un traumático descenso a Segunda División que inició una cuesta abajo que la SD sólo ha empezado a superar recientemente.
 
Desde entonces, disputa más de 50 partidos con el Compos, anotando goles y deleitando a la afición con su elegante regate.

¿Qué fue de...?


Una vez dejó Santiago, Sion no encontró la continuidad deseada. Su difícil carácter y su temperamento le hacían un factor intermitente, lo que frenó su trayectoria durante toda su carrera.

Pasó por Portugal primero, militando en el Vitória de Guimarães por dos temporadas. Su primer año lo culmina un milagroso gol con el que ayudó enormemente a mantener al equipo en la categoría. En su segunda temporada, sin embargo, Sion tiene nuevos problemas: esta vez, desencuentros con el cuerpo técnico) y su rendimiento baja notablemente. El técnico del club le recomendó que "hable menos y juegue más".

Después de un salto frustrado a la liga inglesa, la 2002-2003 la pasó en el Rio Ave, donde no tuvo mucha continuidad debido a nuevos problemas con su estatus legal que retrasaron su estreno hasta Enero. Pese a ello, anotó 4 tantos en los escasos 12 partidos que disputó.
 
El Universidad de Las Palmas fue su siguiente destino. Sus problemas para poner sus papeles en regla retrasaron su llegada al club canario, con el que tenía planeado jugar durante un mes para apoyar su campaña de ascenso en la pertinente liguilla. Su siguiente parada fue el Cádiz, con el que entrenó en el verano de 2003 a prueba. Su estado de forma no convenció a los técnicos amarillos, y Sion dijo adiós a España.

Su siguiente aventura sería ya de vuelta en Holanda. Anunció su llegada al WKE de la ciudad de Emmen por cuyo principal equipo ya había pasado... pero no llegó a presentarse nunca con dicho equipo.

El fuerte jugador zurdo anunció su retorno al fútbol para unirse al PKC '83, club de la ciudad de Groningen en la que militó durante años. Para el PKC '83 comenzó a jugar en 2007, pese a arrastrar casi cinco años de inactividad.
 
Parece claro que su inestabilidad personal y difícil carácter marcaron su carrera. En Holanda se cree que Sion nunca supo gestionar bien sus ingresoss. Además, en los últimos años saltó su nombre a los periódicos por un supuesto robo de 7.000 euros del que fue finalmente exculpado.
 
Sin embargo, la historia más recordada para muchos aficionados de los Países Bajos es una que recuerda cómo en los 90, Romano Sion recibió prestado el Mercedes de uno de sus directivos en Holanda... y un día después perdió el coche.
 
Sea cierto o no, en Santiago nos quedamos con su potencia y sus goles, que hicieron mucha falta al Compos en su último año en la élite y su primer año en Segunda.

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