Galicia dejará que un familiar visite a los enfermos terminales del virus

Además de cifras de contagios y curvas epidemiológicas, en los efectos de la pandemia de coronavirus debería primar, ante todo, el lado humano. Así lo entiende la Xunta de Galicia, que permitirá a un familiar poder despedirse de su ser querido en los hospitales, tanto en planta como en uci, eso sí, bajo estrictas medidas de seguridad.

La medida, aprobada ayer por el Consello busca, en palabras del presidente Núñez Feijóo, “humanizar un poco, no todo lo que se debería, pero sí lo que se puede” las situaciones de pacientes que se encuentran en los compases finales de su vida y que, por las medidas para evitar contagios en los centros hospitalarios, no pueden recibir visitas.

Para paliar uno de los efectos más duros del covid-19, la muerte en soledad, el Sergas facilitará que una sola persona, equipada con material de protección y acogiéndose a un “protocolo estricto”, visite a un familiar o allegado en fase terminal. También se permitirá que despidan unos momentos a la persona tras su fallecimiento. Además, Sanidade pretende establecer mecanismos para que, a través de medios telemáticos, los pacientes puedan mantener contacto con sus allegados desde el hospital.

“Hasta la fecha, los familiares ni siquiera pudieron despedirse por razones de falta de material. Ahora que lo tenemos , permitiremos que un paciente reciba una visita para que pueda despedirse”, resumió el mandatario, tras anunciar que su Gobierno aprobó destinar 10 millones de euros a la adquisición de mascarillas, desinfectantes, test rápidos o los propios test rápidos. Además, una parte de esos recursos se destinará a fondo perdido a las empresas gallegas que están en disposición de fabricar material.

La Consellería de Sanidade ya remitió un documento a las direcciones de los centros hospitalarios gallegos en las que se definen una serie de criterios para acompañamientos de los duelos . En él figuran recomendaciones para acompañar tanto al paciente como a los allegados y familiares que afronten una situación de duelo por la pérdida de un ser cercano.

Mensaje de esperanza. A pesar de las dramáticas circunstancias, el mandatario gallego aseguró si se analiza la evolución de los datos en los últimos días hay “motivos para la esperanza”, aunque también “razones” para “no bajar la guardia en ningún caso”.

“Conocemos lo sucedido en otras regiones y hay que intentar evitar un rebrote”, sentenció, advirtiendo de que “la mejor situación en Galicia” en número de casos también la sitúa en una posición más “débil” en personas “inmunizadas”. En todo caso, llamó a no perder de vista que cada día mueren en Galicia “alrededor” de 20 personas, en un país, España, en el que los fallecidos ascienden a 14.000.

Feijóo indicó que de momento la tasa de letalidad del virus es de las más bajas en la comunidad, pero insistió en que, con los datos que hay sobre la mesa, “Galicia no dejará el estado de emergencia sanitaria”, con independencia de lo que ocurra con el estado de alarma, que seguirá hasta el 26 de abril.

“La prioridad número uno” del pueblo gallego es “salvar vidas”, remarcó, lanzando un mensaje a los mayores: “No vamos a dejar que nadie muera o tenga más posibilidades de morir por su edad. “Pelearemos por cada vida”. Y es que la media de edad de fallecidos en Galicia supera los 80 años. Por eso, las residencias de mayores y discapacitados siguen siendo el “mayor foco de preocupación”.

Pide conocer el números de muertos con toda la crudeza

··· Durante su comparecencia tras la reunión de su Ejecutivo, el de Os Peares afirmó que “es evidente” que existe “un desajuste” entre la cifra de muertos por coronavirus que tienen las autoridades sanitarias y las de defunciones llegadas a los registros civiles, aunque puntualizó que “no hay datos” para poder decir que haya comunidades que “escondan” fallecidos con covid-19. “Hemos de saber la verdad, conocer con toda la crudeza los números de los realmente fallecidos y transparentarlos a la sociedad”, respondió Feijóo a una pregunta sobre el colapso de los registros civiles. El mandatario considera que pudo haber un desfase en el cotejo de datos sobre fallecidos con coronavirus, que pudo deberse a las dificultades a la hora de establecer “protocolos” de contabilización “en los inicios” de la crisis sanitaria. De este modo, cree que “no hay fugas” en la contabilización de personas con coronavirus que murieron en centros sanitarios, pero “casar” estas con las cifras de muertes en residencias y en la sanidad privada “no es fácil”.