Galicia entre Europa y América

ME voy al cine Conde-Duque de Madrid a ver El irlandés, la película de Scorsese, otra película netflix que, como Roma, se proyecta aquí días contados en cines contados, y hasta la hora de la función me acerco a la vecina plaza del Conde del Valle de Suchil a la librería Marcial Pons por donde pasamos durante años varias generaciones de adeptos a las humanidades.

Al comprar el libro de Ramón Villares que ocupaba un escaparate, Galicia, una nación entre dos mundos, me entero que sería presentado allí a la misma hora del cine y lamento no poderme quedar para saludar al menos a un amigo. El propósito de Villares es estudiar la formación de la identidad gallega entre los dos mundos que representan Europa y América y la conversión de Galicia en una nación cultural. Le dedicaré un artículo cuando lea el libro, que ahora ni siquiera tengo delante.

En lo que internet ofrece de la presentación, Villares habla algo sobre el papel de la Iglesia, sobre los vínculos con un Portugal -que ya no sería "un deseo fallido" de los gallegos antes para la generación Nós-, y considera que el pequeño emigrante contribuyó en América de modo esencial a la identidad gallega, lo que Castelao no reconoció. Una nación gallega "portátil, adaptativa y resistente", una identidad cultural fuerte -dice- a la que los españoles despreciarían un poco (lo que se propone contribuir a contrarrestar) unida a una identidad política española.

El editor Pontón había dicho antes que "Galicia es la menos española de las nacionalidades". Hace años hablamos aquí del fondo muy diferenciado del modo de ser gallego, si bien creo que la urbanización intensa y la desaparición de la comunidad de aldea han ido produciendo una cierta uniformización con los modos más característicamente españoles.

Catedrático de Arte