Gasolinas y diésel no reflejan la caída del 24 % del crudo por el coronavirus

Antes de la llegada del coronavirus el barril de petróleo ya cotizaba a la baja. Empezó el año en niveles superiores a los 66 dólares y fue perdiendo fuelle. Llegó a este mes perdiendo la cota de los sesenta y ayer, ya contagiados los mercados por el Covid-19, llegaba a perder ayer la cota de los cincuenta. Al cierre de esta edición recuperaba y perdía ese listón cada minuto.

Sin embargo, en lo que va de año los carburantes no han seguido esta estela ni en España ni en Galicia. Están algo más baratos que en enero, sí, pero de nuevo parece reflejarse el clásico efecto cohete-pluma: es decir, que cuando el barril de crudo sube enseguida en las gasolineras llevan ese dato a sus cotizaciones de gasolina y diésel, mientras que cuando baja, tardan incluso semanas en trasladarse al precio por litro.

En Galicia, el pasado mes de enero, con datos oficiales del Geoportal de Hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica, el diésel rozó una media de 1,26 euros, mientras la gasolina sobrepasó 1,33.

Según los mismos registros, llegábamos a este mes con el gasóleo, el más consumido, en 1,24 euros, que tras el salto del contagio fuera de China a Italia y los casos en España y otras partes del mundo se quedan en 1,22 €. Tan solo dos céntimos menos. En el caso de la gasolina inició febrero sobre los 1,32 y lo acabará algo por debajo de esa cifra. Ni siquiera se ha producido un ahorro de un céntimo, en el mismo tiempo en el que el crudo ha caído diez dólares por barril.

Mientras se espera que el oro negro siga bajando por el descenso en el consumo -especialmente en China-, pese a que la OPEP recorta producción para tratar de evitarlo, el Boletín Petrolero de la UE certificaba en cambio que la gasolina de 95 octanos repuntó en España un 0,15 % en la última semana y el diésel lo hizo en un 0,08 %.

La patronal gallega Fegaes apuntó ayer en cambio a este periódico que "el empresario de la estación de servicio es el último eslabón en la cadena, no maneja la cotización del crudo, y lo que hace es repercutir el precio una vez se lo repercute a ella la petrolera". Así, argumentan desde la federación, el papel de la gasolinera "no es determinante a la hora de marcar el precio en el mercado".

Modernizar los contadores de agua y gas

Industria da cinco años de plazo para sustituir los primeros y ocho para los segundos

El Ministerio de Industria publicó ayer una orden que regula el control metrológico del Estado de los contadores de agua y gas, estableciendo en 5 y en 8 años, respectivamente, el plazo para sustituirlos.Según la orden publicada el pasado 24 de febrero en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el periodo de vida útil establecido para los contadores de agua es de 12 años, mientras que para los de gas es de 20 años.

Pasado ese periodo, el gestor del servicio deberá proceder a su sustitución asumiendo el coste, aunque no es obligatorio el cambio para los contadores de agua y gas, cuyos titulares de los aparatos pueden optar por solicitar verificaciones.

El periodo de vida útil se puede ampliar así a través de esas verificaciones por un lustro sucesivamente tanto en los medidores contadores de acuáticos como gasista. Otros aparatos con obligación de revisión son los cinemómetros (radares), taxímetros y etilómetros, que deberán verificarse una vez al año.

Para el director del Centro Español de Metrología, José Manuel Bernabé, el objetivo de la orden es "asegurar la correcta medición de instrumentos, aparatos, medios, sistemas de medida y programas informáticos que sirvan para medir o contar". "Así protegemos a los consumidores de medidas incorrectas que puedan ir en contra de sus intereses", concluyó.