Geslander II: el embargo continúa

Geslander, la empresa de la que el portavoz del PP, Conde Roa, es administrador único, vuelve a estar en el punto de mira de la recaudación municipal. Si hace unos meses fue el Impuesto de Bienes Inmuebles el motivo por el que apareció en la lista de morosos, ahora es el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos el que lo vuelve a poner en la picota.

Entre los doscientos cincuenta recibos publicados, Geslander acumula treinta y cuatro, todos ellos relativos a este tributo, popularmente conocido como plusvalía, y correspondientes a la promoción urbanística que esta empresa llevó a cabo en el barrio de Volta do Castro.

La reclamación del IBI ya desató una considerable polémica, ya que el portavoz de la oposición acusó al gobierno de retrasar excesivamente la licencia de primera ocupación de las cuarenta y siete viviendas de protección oficial promovidas por la unión temporal de empresas denominada Geslander Inmobiliaria Pajonal.

Conde Roa denunció que la licencia había sido solicitada en el mes de junio de 2006, pero no fue concedida hasta marzo de 2007, por lo que consideraba que los recibos de este segundo ejercicio fiscal no le correspondía pagarlos a él.

De hecho, y tal y como anunció en un pleno, el portavoz del PP avaló la deuda y procedió a reclamar judicialmente contra el pago del citado impuesto y del correspondiente recargo por demora, ya que los recibos ya estaban en recaudación ejecutiva.

Por su parte, el gobierno local rechazó los argumentos de Conde Roa, achacando a las deficiencias del proyecto el retraso la concesión de la licencia, y recordando además que Conde Roa no había reclamado en su momento, sino sólo cuando se le había requerido el IBI.

Caza de brujas

De "persecución" y de "intento de desprestigiar" calificó Conde Roa la publicación de la lista en la que figura Geslander el mismo día en el que se celebraba el pleno municipal, solicitado por el PP, para denunciar el retraso en la aprobación de los presupuestos municipales.

En este sentido, criticó duramente que se le enviaran los recibos "a una dirección en la que hace tiempo que no está la oficina, cuando saben que estoy en el piso de abajo de Raxoi". Al ser devueltos por el correo, los servicios de recaudación los enviaron al boletín oficial.

"Es una caza de brujas", afirmó, señalando que "pagaremos lo que haya que pagar, pero lo que me fastidia es que recurran a este sistema, sabiendo como saben cómo encontrarme. No parece la forma lógica de actuar con un concejal", concluyó, destacando que este tipo de actuaciones "quizás son un síntoma del nivel de funcionamiento del departamento de Hacienda".

Precisamente, consideró que quizás la publicación fue intencionada para tratar de restar protagonismo a los debates del pleno municipal, en los que considera que el concejal "no salió muy bien parado".