Hemeroteca
EL ANÁLISIS

En el Madrid de la epidemia

    • 30 mar 2020 / 22:10
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego

    NO resulta sencillo afrontar con sosiego una situación tan poco tranquilizadora como la que vivimos, que ni siquiera parece haber llegado a su peor expresión, ni tampoco el futuro incierto que dejará tras de sí. Sobre todo desde este foco virulento de epidemia que es Madrid, donde alcanza ya a amigos y conocidos y es verdadera matanza entre ancianos y luchadores heroicos de la primera fila de cualquier edad.

    A los más graves de mis amigos la enfermedad les sorprende en Alicante y no en su casa de Madrid y esa ha sido también su fortuna porque al menos han evitado la colapsada hospitalización de pasillo o sillón.

    Aunque aparento tranquilidad, duermo muy mal, como muchos. Me ayudan mientras escribo la hermosa cantata 147 (Jesus bleiet meine Freude) que llena mi casa con la noblemúsica de Bach, o el Abendlied de Rheinberger que acaba de hacerlo, o Negra Sombra de Casal y Núñez u otros.

    También ayudan viejas películas ya vistas que me ofrece mi TV de pago y desde luego pintar o leer. Desde una cómoda retaguardia. Por ahora. Y si algo puede llamarse cómodo. Sabía que el mundo globalizado tendría serios problemas globales, producto de la orientación utilitaria y tecnocrática, pero creía los sufrirían gentes más jóvenes.

    China, taller del mundo y origen de la epidemia, es admirable en ciertas cosas y un país moderno pero también una opaca sociedad autoritaria de masas que a veces evoca las viejas utopías negativas de una modernización que se hizo sentir inquietante hace un siglo como premonición del nazismo y de un nuevo industrialismo a partir de Metrópolis (1927), la película muda de Lang, o de Brave New World, el feliz mundo de Huxley

    Tema marcado como favorito