El magistrado Clemente González Peón murió ayer en Compostela

El magistrado Clemente González Peón falleció a las 21.00 horas de ayer en Santiago de Compostela, la ciudad que lo vio nacer hace 85 años, después de haber sobrellevado estoicamente dos años de dura enfermedad. Persona de grandes cualidades humanas e intelectuales, íntegro, quijotesco e independiente, será recordado siempre por ser un gran defensor de la verdad, la justicia y su ciudad natal, los vértices sobre los que, junto a su familia, hizo pilotar su vida.

Nacido en el número 29 de la rúa Preguntoiro (hoy la sede de este periódico), donde residían sus padres y abuelos, Clemente González Peón destacó pronto por su portentosa inteligencia y su precocidad en los estudios. A sus 21 años ya ejercía como juez en la ciudad de Betanzos. Anteriormente, en tan sólo dos años, se había licenciado en Derecho en la Universidade de Santiago, institución en la que también completó los estudios de Ciencias Exactas. Sin embargo, pronto abandonó su carrera como magistrado, de la que se mantuvo en excedencia hasta pocos años antes de jubilarse, para dedicarse por entero a la abogacía, ámbito en el que destacó en el campo del derecho económico.

Afortunadamente, Clemente González también decidió hacer un paréntesis en su trabajo como abogado para dedicarse a la política. A él hay que agradecerle la peatonalización de la zona histórica de Santiago, en una de las decisiones más extravagantes que se recuerdan en la política local. Por aquel entonces, ostentaba González Peón, que se presentara como independiente en las listas de AP, el cargo de primer teniente de alcalde de la capital de Galicia, siendo regidor Souto Paz (UCD). Encontrándose éste de vacaciones, Peón aprovechó su breve paso por la alcaldía para prohibir la circulación de vehículos por la zona monumental, plaza del Obradoiro incluida, en contra del criterio de los partidos del gobierno y con el apoyo de la oposición, formada por ediles del PSOE y PCG.

Clemente González fue también presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País y de la Cocina Económica. Estaba casado con Marilola Soler, con la que tuvo tres hijos: Clemente González Soler (presidente del Grupo Alibérico y Gallego del Mes en el año 2002), María Dolores (profesora de Derecho en Madrid) y Cristina (trabajadora de Caixa Galicia). Su capilla ardiente está instalada en el Tanatorio Boisaca y su entierro se celebrará mañana, a las 18.00 en el cementerio municipal. Una hora más tarde tendrá lugar el funeral en la iglesia de San Francisco.