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Menos del 25 % de los alumnos de grados STEM son mujeres

Lejos de crecer, la presencia femenina en I+D+1 cae // Un estudio alerta: ellas se infravaloran desde los 6 años

    • 10 feb 2020 / 23:16
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    El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia se celebra desde el 11 de febrero de 2015, cuando la ONU lo proclamó con el objetivo de romper las barreras que el 50 % de la población mundial encuentra en el ámbito científico. Se anduvo mucho camino, eso es indudable, pero no tanto como se debería, y darle visibilidad al problema es una forma de comenzar a solucionarlo.

    Los datos demuestran que las mujeres están menos presentes en el área STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Se nota en el Bachillerato y la Formación Profesional, pero al llegar a la universidad queda totalmente patente. Ellas son menos del 25 % de los estudiantes de grados STEM. Según el Ministerio de Educación, en Físicas la presencia femenina es del 25 %; en Ingeniería y Arquitectura del 25 %, y en Informática son solamente el 12 %.

    Además, este último caso es paradigmático ya que en 2007 tenían nombre femenino el 17,5% de los alumnos y en 1992, el 26%. Lejos de aumentar, están disminuyendo en las aulas. Quizá para revertir la tendencia, ayer en el CiTIUS (Centro Singular de Investigación en Tecnologías Inteligentes) de la USC tuvo lugar una charla de la divulgadora Amelia Verdejo, licenciada en Matemáticas por la USC y doctora en la misma área por la UVigo, que reflexionó sobre los inicios de la informática poniendo de relieve que pese a la gran brecha de género esta disciplina fue impulsada por una mujer, Ada Lovelace, y en sus inicios contó con referentes fundamentales como Joan Clarke, que descifró el código Enigma, o Dorothy Vaughan y Grace Hopper, que desarrollaron los primeros lenguajes de programación del mundo.

    El último informe Científicas en Cifras, elaborado por el Ministerio de Ciencia en 2017, indica que en la carrera investigadora académica la representación femenina en la categoría de mayor rango continúa baja, solo el 21 % de catedráticas. Y se registró en los últimos ocho años un descenso de cinco puntos de las mujeres predoctorales y posdoctorales. La carrera profesional en este ámbito es asimétrica entre hombres y mujeres, a pesar de que más de la mitad de las tesis presentadas eran de una mujer, ellas ya son menos en la etapa postesis, dando lugar a una segregación vertical.

    En Galicia, según el Ministerio, aunque se había conseguido llegar a la paridad (40 %) en el porcentaje de mujeres investigadoras (en centros de la Administración, empresas y universidad), en el año 2016 se produjo un retroceso de dos puntos. Como en el caso de las estudiantes de Informática, lejos de incrementarse, las mujeres investigadoras son menos. Y las que llegan tardan más en hacerlo que sus compañeros varones. Según el estudio Mujeres Investigadoras 2019 del CSIC, cuando ellas promocionan acumulan más complementos de productividad y antigüedad que ellos.

    El origen de esta brecha de género se encuentra en la educación, en la forma en que la sociedad, muchas veces inconscientemente, sigue tratando a las niñas. De hecho, un estudio reciente indica que a partir de los 6 años las niñas comienzan ya a infravalorarse. Atribuyen menor inteligencia a las de su mismo género que a sus compañeros niños, asociándola con masculinidad. Además, a esa misma edad, ellas comienzan a no interesarse por los juegos que creen dirigidos a los más inteligentes, aunque los investigadores no encontraron diferencias significativas en aquellos juegos que requerían esforzarse mucho. Tenacidad no les falta, sin embargo se creen menos listas.

    Esta falta de confianza en sí mismas, que conlleva un descenso de su autoestima, queda patente, también, en los resultados del célebre informe PISA. Las chicas de 15 años -edad evaluada en este estudio internacional- sienten más ansiedad ante las pruebas de matemáticas, aunque su rendimiento académico sea bueno en esa asignatura. Los responsables del informe hacen mucho hincapié en la influencia de estos problemas de autoestima en el rendimiento de las adolescentes en matemáticas y ciencias.

    Todo esto unido al hecho de que las niñas, hoy en día, aún reciben juguetes diferentes a los niños; a que apenas encuentran referentes femeninos STEM en sus libros de Secundaria, y a que está probado un sesgo a la hora de evaluar porque ellas son consideradas menos competentes de manera inconscientes, no debería extrañar que tan solo el 7 % de las chicas de 15 años piensen en cursar una carrera técnica. Y así se cierra el círculo y el techo de cristal.

    OTRAS CIFRAS

    22,8% CATEDRÁTICAS En Galicia el año pasado el 55,2 % de los estudiantes en los siete campus de las tres universidades eran mujeres. Profesoras titulares eran solamente el 41,5 % y catedráticas eran 148, es decir, el 22,8 % del total de 650 con este nivel.

    29%DE PUESTOS DE LIDERAZGO CIENTÍFICO OCUPADOS POR MUJERES A pesar de su vocación, son escasas las mujeres que llegan a capitanear grupos de investigación. La maternidad y el posible parón asociado a ella, es uno de los factores que afectan en este sentido.

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