"Nese campo foi onde rompín un brazo"

José Suárez guarda muy buen recuerdo de aquel campo en el que pasó tantas tardes de su niñez, un recuerdo que se quedó marcado a fuego en su memoria el día que se rompió un brazo mientras jugaba un partido de fútbol con sus amigos. En aquella época, cuenta que era habitual compartir la pista con los tendales que los vecinos instalaban en los márgenes del terreno de juego para secar la ropa, algo que no impedía que cada tarde el espacio se llenase de niños corriendo en todas las direcciones detrás del balón. Pese al paso de los años y la llegada de la tecnología, la pista polideportiva goza de una vida envidiable. "Agora o campo volve a ter moito rapaz, está tódalas tardes chea", explica el presidente de la asociación de vecinos del barrio.