Yo no me rindo
La frase publicitaria explica lo que fue el partido, que en principio era intrascendente en su resultado para el Blusens Monbus. El CAI vino a ganar y así intentar mantener sus remotas opciones de entrar en el play-off y jugó para hacerlo, sólo que al final una vez más el binomio público-jugadores o viceversa, no quería rendirse y se empató primero y se ganó después un partido que estaba casi perdido y que en la segunda parte resultó un nuevo espectáculo en la Caldeira do Sar, que aunque ayer podría haberse enfriado y bajar sus decibelios, animó como si nos jugásemos algo más que la deportividad y el ser profesionales hasta el último segundo. También apretó al arbitraje manifestando su disconformidad con de las decisiones de los colegiados, que a tenor del volumen y duración de los silbidos se extrapola que no estuvieron acertados.
El fin de fiesta, un pelín largo, volvió a demostrar que esta afición es la leche. Creo que al Tuky y a su mamá, que es una gran deportista, les caerán las lágrimas cada vez que recuerden el justo cariño que todos la han, le hemos, mostrado en su despedida. Así da gusto marcharse. ¡Mucha suerte Capitán! Además en este homenaje colofón de temporada, quedaron claras con una evidencia total las preferencias de los socios, que ejercieron como directores deportivos mostrando sus deseos de renovación a jugadores que se lo ganaron durante toda la temporada. Hasta en esto ha estado fina la afición.
Queda una ardua tarea y un difícil camino en la conversión en SAD, norma legal de obligado cumplimiento, pero al mismo tiempo, norma que ha demostrado su absoluta ineficacia y que estoy seguro que se tendrá que rectificar o adecuar a los tiempos de crisis económica. Salvo los petrodólares del jeque Abdullah Al-Thani al Málaga lo demás han sido fiascos y deudas. Ahora es lo que toca, desgraciadamente, hacer en el Obra en un momento en que las fuerzas y la euforia se deberían dedicar a apuntalar el proyecto en lo económico y deportivo.
Les agradezco su fidelidad, las muestras de apoyo recibidas y por supuesto pido disculpas a los que se hubiesen sentido ofendidos por alguna de mis críticas, pero escribir por escribir sin decir nada no es mi estilo y si por ende tienes que hacerlo sobre un club que ha significado y significa mucho en mi vida, debes de hacerlo con total y absoluta honestidad, pensando con la cabeza y equivocándote con el corazón. Ese ha sido mi pensamiento e intención. Mi deseo es hacerlo en la temporada que viene, con el Obra otra vez en la ACB que a pesar del descenso del Estudiantes no creo que desaparezca. Por cierto, descenso que me ha dado pena por el propio club y sobretodo, por Carlos Jiménez y Rodrigo de la Fuente, jugadores que me han dejado su huella, grandes deportistas y aun más grandes como personas.