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TRES DÉCADAS DE LUCHA SIN CUARTEL

Pazo Baión, de bastión de la droga, a símbolo del Estado de derecho

Touriño subraya el triunfo de la rebelión cívica contra el narcotráfico ·· Asegura que no habrá tregua en la persecución del delito y que la lucha continúa

  • 24 jul 2008 / 02:43
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Ningún delito queda impune en un Estado de derecho. Y, Pazo Baión, en Vilanova de Arousa, otrora propiedad del narcotraficante Laureano Oubiña, encarcelado a raíz de la operación Nécora, es desde ayer un icono de la victoria de la justicia.

Un sencillo y emotivo acto simbólico de traspaso a la comunidad gallega de la propiedad embargada en 1995 por la ­Audiencia Nacional sirvió, en palabras del presidente de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño, para remarcar el triunfo de la "rebelión cívica". Una rebelión iniciada en los 70, sobre todo por las asociaciones de lucha contra la droga, jueces y fuerzas de seguridad, que con su labor incesante fueron capaces de alumbrar la victoria "da vida sobre a morte e da luz sobre a escuridade". Y, no habrá tregua. "A loita continúa", proclamó.

Alrededor de tres centenares de personas se agolpaban ayer a las doce menos cuarto a las puertas del pazo, un lugar al que tantas veces los colectivos de lucha antidroga habían acudido en el pasado clamando justicia y a los que Carmen Avendaño, ahora presidenta de la federación gallegas de asociaciones de ayuda al drogodependiente, había frenado en su intención de derribarlas a la espera de que fuese la propia justicia la encargada de poner a cada quien en su lugar.

Avendaño fue a las doce la protagonista que franqueó el portalón de la propiedad, adquirida ahora por la bodega Condes de Albarei para hacer un albariño de calidad y un centro de turismo enológico con el que ayudará a la reinserción de toxicómanos. Una amplia comitiva de autoridades, que culminaron en el interior de la finca y al aire libre el retorno de la propiedad a la actividad lícita, siguió a Avendaño convertida ya en otro icono incontestable de la lucha.

El ministro de Sanidad, Bernat Soria, y la conselleira de Sanidade, María José Rubio, aplaudieron, al igual que Touriño, la lucha de las madres en el combate de los narcotraficantes, y destacaron que fruto de esa presión las administraciones impulsaron planes de prevención y atención a drogodependientes hoy también elogiables.

PRINCIPIO Y FIN

Esmerada y sencilla puesta en escena

El sencillo acto transcurrió entre viñedos, en los aledaños del pazo y con la bodega al fondo adornada con telas blancas, a juego con los globos que resaltaban la frondosa copa centenaria de un árbol. Los tres centenares de asistentes, sentados en sillas tapizadas en blanco y ubicadas en la campiña, siguieron las breves actuaciones de un grupo musical y de dos parejas de danza que emergían de tarimas entre las cepas. Un corto, pero intenso vídeo, puso el punto de historia en imágenes, tomas en las que muchas madres se reconocían 30 años más jóvenes. La proyección comenzó con una manifestación de madres afectadas en 1978 y concluyó en "xullo de 2008. Triunfo do Estado de dereito" .

APUNTES

Jueces en letras mayúsculas

El fiscal jefe Antidroga de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, presente en el acto, y otros como Carlos Bueren, Baltasar Garzón y José Antonio Vázquez Taín pasarán a la historia en letras mayúsculas para los colectivos antidroga.

Orgulloso del combate en la calle

El ministro de Sanidad, Bernat Soria, estaba centrado en los años 80 en la investigación, pero ya entonces seguía con atención el combate social contra el narcotráfico. Ayer, se mostró "orgulloso" de ver como Avendaño abría la puerta del pazo a la vida.

Reproches de Felipe Suárez

El punto crítico del acto lo puso antes del inicio Felipe Suárez, portavoz de la Federación Galega contra o Narcotráfico. "Además de salir en la foto hay que trabajar", recriminó a Touriño, al que acusó de no hacer nada en este campo .

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