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Presa de Belesar, un coloso de cemento de 129 m de altura

El embalse hidroeléctrico del Miño, el más grande de Galicia, cumple 55 años de vida// Franco lo inauguró el 10 de septiembre del año 1963 // Lo proyectó el ingeniero coruñés Carricarte con una técnica innovadora

  • 30 ago 2018 / 21:59
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El 10 de septiembre de 1963 el coche oficial de Franco salía del Pazo de Meirás a las diez de la mañana. Su destino era la localidad lucense de Chantada para presidir la inauguración del embalse hidroeléctrico de Belesar, en el río Miño, una obra de ingeniería que marcó, por su innovación constructiva, todo un hito en la ingeniería del mundo de las presas en Europa, convirtiéndose en un modelo a imitar.

En su época, además de un símbolo, fue una de las más grandes del viejo continente y "el orgullo de España", tal como afirmó el propio Franco en su breve discurso inaugural de esta colosal presa, cuya altura máxima desde el fondo es de 129 metros. Supuso un volumen de excavación de 520.000 metros cúbicos de terreno y el empleo de 735.000 metros cúbicos de cemento para su construcción. Unas cantidades colosales a mediados del siglo pasado.

PEDRO BARRIÉ. En 1943, Pedro Barrié de la Maza, presidente del Banco Pastor y futuro Conde de Fenosa en 1955, funda Fuerzas Eléctricas del Noroeste Sociedad Anónima (FENOSA). El empresario coruñés recibió en Vigo el 18 de junio de 1949 un homenaje por su trayectoria en favor del progreso industrial gallego y fue ahí donde anunció públicamente la inmediata construcción del Salto de Belesar, que sería el mayor de España, de los 515 construidos en la geografía nacional entre los años 1939 y 1975.

Poco después de ese anuncio, el ingeniero coruñés Luciano Yordi de Carricarte, fiel colaborador y pieza clave en la expansión hidroeléctrica de Barrié de la Maza en las presas del Eume, Velle, Castrelo de Miño, Frieira, Albarellos, Salas y Regueiro, inicia junto al arquitecto Juan Castañón de Mena el proyecto y las directrices que habrían de fijar el volumen de obra a ejecutar.

Frente a los sistemas empleados hasta entonces, la innovación constructiva de Carricarte en esta presa consiste en la construcción del muro en bóveda de doble curvatura con hormigón en masa, lo que permitió reducir mucho el grosor de sus paredes, sobre todo en la base del mismo, que tan solo es de 29 metros, frente a los 110 que tendría si se hubiese utilizado el sistema clásico de construcción denominado de gravedad.

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