Presionan más para que Povisa pase a ser propiedad del Sergas

En vísperas de la manifestación convocada con el objetivo de expresar el rechazo a la venta del Hospital Povisa de Vigo al grupo Ribera Salud, representantes del comité de empresa del sindicato CIG del centro sanitario se plantaron ayer en la consellería de Sanidade, sin cita ni previo aviso y con el plan de encerrarse, con la finalidad de forzar una reunión con el conselleiro Jesús Vázquez Almuiña. Finalmente, fueron recibidos por el gerente del Sergas, Antonio Fernández Campa, quien les confirmó que dentro de dos semanas tendrá lugar la demandada reunión con el titular de Sanidad.

La presidenta del comité de empresa, María Xesús Neira, explica que reclaman un nuevo encuentro con Vázquez Almuiña para insistir en la "inquietud" que crece entre la plantilla ante el cambio de propiedad, así como en la reclamación de que el centro privado no se venda y que se lo quede la Xunta. "Nosotros entendemos que por 24 millones en que se ha cerrado la operación el Sergas debe asumir el centro y así acabaríamos de una vez con los problemas que tenemos cada dos por tres sobre las negociaciones del importe del concierto por los pacientes de la sanidad pública". Incide en que, además, "se daría estabilidad a los trabajadores", además de una mayor calidad asistencial a los pacientes.

Molesta por la "opacidad" de la operación y por la desinformación en que tanto la anterior propiedad como los nuevos dueños mantienen a los trabajadores, Neira explicó que el encuentro a mantener con el conselleiro sirva para que "valore el significado de la Corporación Centene en la gestión del área sanitaria de Vigo". Remarcó que la salud de las 137.000 personas adscritas al hospital Povisa "no puede quedar en manos de una multinacional cuyo objetivo es obtener beneficios".

La presidenta del comité se pregunta las razones por las que en el año 2011, ante el desacuerdo para la renovación del concierto con el Sergas y en medio de los primeros rumores de venta a Ribera Salud, la Xunta expresó su desacuerdo. "¿Qué ha cambiado? ¿Por qué antes no valía y ahora si?", se cuestiona.