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hallazgo histórico ·· las catas arqueológicas al descubierto

El primer arquitecto de Compostela

El recinto defensivo, de gran complejidad técnica, estaba provisto de varios torreones y circundado por un foso de cerca de ocho metros de profundidad ·· La zanja se cegó posteriormente y sobre ella se levantaron las casas, cimentadas con vigas de madera que se hundían en el agua

  • 23 mar 2009 / 23:13
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La excavación del fragmento de la antigua muralla y foso de la ciudad no ha hecho más que empezar, y a la vista de los primeros hallazgos que han revelado las catas arqueológicas, el yacimiento promete muchas y buenas sorpresas.

Este recinto defensivo, levantado en el siglo X para frenar la amenaza de los invasores normandos, fue un auténtico trabajo de especialista, hasta el punto de que la documentación medieval recoge que el obispo, Sisnando II, se lo encargo a un "arquitecto", pues así se lo denomina en la documentación medieval.

El alcalde compostelano, Sánchez Bugallo, acompañado del gerente del Consorcio, Xosé Manuel Villanueva; el director de la OficinaTécnica de este organismo, Ángel Panero, y el director del Museo de las Peregrinaciones, Bieito Pérez Outeriño, realizaron ayer una visita a las excavaciones del sótano del Banco de España, en Platerías.

Un recorrido guiado por el catedrático de Historia Medieval Fernando López Alsina, y la arqueóloga municipal, Dolores Gil Agra, que fueron los encargados de exponer las características de los hallazgos realizados hasta el momento en el subsuelo.

Lo que ha salido a la luz ha sido el foso que rodeaba las entre dos y media y tres hectáreas que ocupaba el núcleo primitivo de Compostela en el siglo X, y la plataforma sobre la que se asentaba la muralla. A continuación, también se encontraron los cimientos de las casas que ocupaban el solar de Platerías antes de la construcción del edificio del Banco de España.

Las obras de esta sede, en la década de 1940, sobre todo las que se realizaron en el sótano para colocar la cámara acorazada, afectaron tanto a esta explanada como al foso. De hecho, también se han realizado catas bajo esta propia cámara.

A pesar de todas estas modificaciones, todavía es posible apreciar las grandes dimensiones de esta zanja, que podría rondar los ocho metros de profundidad, y que se inundaba en unas pocas horas cuando saltaba la alarma por alguna invasión.

Otro hallazgo curioso son los cimientos de las viviendas que se construyeron posteriormente sobre la muralla y parte del foso, en las que se utilizaron pilares de madera para dar consistencia a estos rellenos.

Todavía es pronto para calcular cuántos más vestigios podrán aparecer en el subsuelo, señalaron López Alsina y Dolores Gil. De momento se está excavando el relleno del foso, aunque no se descarta que ya fuese vaciado en su momento y luego rellenado cuando se hicieron los últimos rellenos. Hasta el momento lo que se han encontrado son fragmentos de tejas del siglo XVIII.

A través de lo encontrado y de las descripciones que se encuentran en la documentación y en obras como el Cronicón Iriense, del siglo XI, se puede hacer una aproximación a lo que era este sistema defensivo, integrado, de fuera hacia dentro, por un foso, que alcanzaba los ocho metros de profudidad, una explanada de unos cuatro o cinco metros y, a continuación, el muro, provisto de torreones.

El perímetro de este recinto también es conocido en parte gracias a las catas arqueológicas realizadas en varias zonas del casco histórico. En concreto, en el subsuelo del número 29 de la Acibechería se han encontrado restos del muro y de un torreón. Asimismo, en el 26 de O Preguntoiro también ha aparecido otro fragmento de muralla.

De esta forma, según explicó López Alsina, se supone que lo que fue la ronda interior de este muro defensivo es en la actualidad la rúa de A Conga, continuaría por debajo del claustro de la Catedral, seguiría por debajo de la Basílica en dirección norte, para girar por debajo del arco de Palacio, subiría por Acibechería, y se cerraría por la rúa de San Paio de Antealtares.

Todo apunta, además, a que a la altura de Platerías podría existir una puerta de la muralla, coincidiendo con el principio de la Rúa do Vilar.

. cdeano@elcorreogallego.es

 

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