Purificación Torreblanca García : "Dirijo un equipo de trabajo que tiene un enorme talento"

Se cumplen seis meses desde que Purificación TorreblancaGarcía (Granada, 1970) se incorporó al Grupo Puentes y Calzadas para desempeñar el cargo de directora general ejecutiva. Su nombramiento como CEO de una de las constructoras más importantes de Galicia está muy relacionado con el proceso de internacionalización que está viviendo la compañía, ya que conoce a la perfección lo que es abrirse camino en diferentes mercados. En Acciona fue, entre otros cargos de responsabilidad, presidenta de la filial en Canadá, y dirigió, ya desde España, la Unidad de Ejecución Especializada de Carreteras y Puentes, que mantiene actividad en casi una decena de países.

Ocupar esos diferentes puestos de responsabilidad en una de las empresas constructoras mayores y más internacionalizadas de España, manteniendo una sobresaliente trayectoria profesional, fue el motivo de que el año pasado recibiese el reconocimiento de sus compañeros de profesión cuando el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos le otorgó la Medalla de Honor por su trabajo y trayectoria. Gracias a este currículum, Torreblanca García se ha convertido en el brazo ejecutivo de la compañía gallega. Ella es quien se encarga de definir el plan de negocio y la estrategia del grupo a nivel global, de pilotar el presente, y de mantener la mirada en el futuro.

¿Qué balance hace de estos primeros meses en el Grupo Puentes?

No puede ser más positivo. Evidentemente conocía perfectamente a dónde venía, pero tengo que decir que dirijo un equipo de trabajo con grandes capacidades, de los mejores cualificados en el sector, con enorme talento. Un equipo capaz de alcanzar hitos como la construcción del Hospital Sur de Quito y los Ceibos de Guayaquil (los dos en Ecuador) en 12 y 14 meses, respectivamente. Y, por otro lado, el 2019 es un año donde nos hemos marcado objetivos ambiciosos e ilusionantes como elevar la facturación hasta los 400 millones de euros en los próximos tres años. En este sentido, ya nos hemos adjudicado nuevos proyectos de obra pública en EE.UU. y Panamá.

¿De qué se tratan estas nuevas adjudicaciones?

La obra de EE.UU. es muy importante porque supone el tercer proyecto en este país. Nuestra entrada allí fue como subcontratistas, y, tras la adjudicación a principios de este año de un proyecto en el condado de Comal (San Antonio), nos llega esta segunda adjudicación, también en Texas, con 23,5 millones de dólares. Se trata de una obra de mejora de intercambiadores en una autopista en Williamson, para el departamento de Transportes, que para nosotros supone un paso importante en nuestro posicionamiento como empresa de referencia en el sector estadounidense. En el caso de Panamá, el proyecto consiste en el diseño y la construcción de una carretera de 115 km en Atalaya, provincia de Veraguas, con un presupuesto de 78 millones USD. Esta adjudicación completa otras dos, en la misma zona, que ya están en ejecución, consolidando nuestra presencia en Panamá y una apuesta decidida y firme por este país.

En los últimos días circularon noticias sobre la posible toma de participación en la empresa de una multinacional china, ¿cómo están las negociaciones?

Es cierto que para continuar el proceso de expansión internacional en el que nos encontramos, necesitamos músculo financiero. En este sentido, estamos analizando todas las opciones posibles para encontrar la que fortalezca la posición de la compañía tanto a corto como a medio plazo. La entrada de un socio no es la única alternativa y de momento no están descartadas ninguna de las posibilidades existentes.

¿Afectaría de alguna manera este proceso a los trabajadores o a la sede de la compañía?

De ningún modo. Lo que se trata es de crecer, de seguir captando talento para mejorar a un equipo que, como le decía antes, está en los máximos niveles de cualificación. La vinculación del grupo Puentes con Galicia, que está en la genética de la compañía, permanecerá también intacta en los próximos años, se tome la decisión que se tome.

¿Le ha costado adaptarse a trabajar en Galicia?

En absoluto, para mi es una tierra muy conocida y querida. Aunque nací en Granada, salí de mi ciudad natal con 24 años y he vivido en varias ciudades dentro y fuera de España. Precisamente uno de mis primeros destinos profesionales fue en estas tierras gallegas con el Plan de Autovías de accesos a Galicia en el año 96. Galicia tiene una sociedad muy amable, y una llamativa complejidad natural y cultural que siempre me ha interesado muchísimo.

¿Qué mercados tiene previsto abordar en el futuro inmediato?

Nuestra política es la de estudiar constantemente nuevas oportunidades de negocio en todo el mundo. Estamos abiertos a explorar no solo diferentes mercados, sino distintas líneas dentro del sector de la construcción. En este último caso se enmarca, por ejemplo, la reciente especialización del grupo en la ejecución de instalaciones hospitalarias que comenzó con la del Álvaro Cunqueiro de Vigo y con la que también hemos dado el salto a otros continentes.

¿Podría sobrevivir una empresa como el Grupo Puentes sin una fuerte expansión fuera de Europa?

No lo creo, al menos con el tamaño actual. El fin último de la internacionalización de una compañía como el Grupo Puentes es no permanecer sujeto a la influencia de los ciclos económicos en un solo mercado. Esa diversificación geográfica resulta vital para poder mantener e incrementar el volumen de negocio.

¿Se recuperará la inversión en obra pública en nuestro país?

Será difícil que se vuelva a los niveles anteriores a la crisis. La inversión en obra pública está íntimamente relacionada con la evolución de la economía y con el nivel de dotaciones estructurales que un país ha alcanzado. Aunque, si las cosas van bien, España aún tiene margen para realizar muchas inversiones.

¿Es factible seguir manteniendo la sede en Galicia cuando se opera en tantos y tan lejanos países?

No hay ningún motivo para que no sea así. Vivimos en un mundo globalizado e interconectado, donde las distancias se han acortado como nunca, y Galicia, como le decía, está en el ADN del Grupo Puentes y esto no va a cambiar. Precisamente en Galicia hay ejemplos sobrados de multinacionales que operan en una multitud de países y que mantienen sus sedes aquí.

¿En su condición de mujer, se siente pionera, o privilegiada, por ostentar un cargo y una responsabilidad tan grande en una actividad en la que tradicionalmente predominaban los hombres?

Yo, en esto, no me considero pionera, sino una agradecida beneficiaria del esfuerzo que hicieron muchas mujeres, desde hace muchos años y en circunstancias muy difíciles, para integrarse de pleno -por su formación su trabajo, su capacidad y su tesón- en las sociedades modernas. Aunque queda mucho camino por andar, España es uno de los países en los que es más fácil trabajar en igualdad, y en los que oportunidades como las que yo he tenido ya no son, en absoluto, excepcionales. En los servicios centrales del Grupo Puentes, que pertenece a un sector tradicionalmente masculinizado, las mujeres ya somos el 39 % de la plantilla, una cifra que corona el hecho de que también la CEO sea mujer.

¿Cuál es la obra que les ha resultado más complejo ejecutar?

Cada una tiene su particularidad, pero para conseguir construir dos hospitales en 12 meses y 14 meses, con un grado de satisfacción tan elevado, como sucedió con el Hospital Sur de Quito y del de los Ceibos de Guayaquil, hay que hacer las cosas extremadamente bien. Y eso ha supuesto que seamos una referencia y que se fijen en nosotros.