“Si queremos liderar la sociedad, las mujeres debemos estar en la ciencia y la tecnología”

¿Cómo cambió su vida desde que llegó al CERN hasta ahora?

Llegué al CERN recién licenciada en Física por la Universidad de Santiago, por lo que llevo mas de 25 años trabajando en el CERN en distintos proyectos. Mi trabajo ha ido evolucionando, y he pasado de contribuir en proyectos como experta en ciertas tecnologías, a funciones de coordinación donde lo importante es tener una visión mas global, la capacidad de tomar decisiones, y ser capaz de integrar distintos equipos en una tarea común.

¿En qué consiste su trabajo actualmente?

Acabo de incorporarme al experimento CMS, donde soy la responsable de la coordinación de las mejoras tecnológicas del experimento, un proyecto que necesita preparación y coordinación entre grupos responsables de partes del detector, la infraestructura que provee el CERN, planificación entre el experimento y el acelerador, etc.

Desde que está usted allí, el colectivo gallego ha aumentado mucho, ¿verdad? ¿Galicia exporta mucho talento?

Sí, la comunidad gallega ha aumentado. El CERN es un laboratorio con un poder de atracción importante, no solo para los investigadores, que conocen muy bien los mecanismos para colaborar en los experimentos del CERN, sino también para perfiles mas técnicos que envían sus currículums y son seleccionados en competición con candidatos de los 21 estados miembros del CERN. Los gallegos continuamos creciendo, y es un placer ver lo bien que se integran y trabajan, que creo son dos cualidades muy gallegas.

¿Fue usted una fuga de talento gallega? ¿Le gustaría volver a Galicia a trabajar en lo suyo?

¡No estoy segura de que yo tuviese tanto talento cuando llegué al CERN! Yo llegué gracias al apoyo del grupo de Física de Partículas de la Universidad de Santiago, que tiene una larga tradición de colaboración con el CERN. No pensé en aquel momento que me quedaría tanto tiempo. Volver hoy a Galicia implicaría un cambio de carrera importante, y seguro que interesante.

El pasado jueves, día 10, se celebra en Santiago la Gala de entrega de premios Gallegos del Año de esta casa. ¿Qué significó para usted ser Gallega del Año en 2005? ¿Cambió en algo su vida este premio?

Fui Gallega del Mes en Enero 2005. Fue una gran sorpresa, y le agradezco muchísimo a EL CORREO GALLEGO este reconocimiento y ponerme en la lista con gallegos tan relevantes. Es una gran satisfacción saber que la sociedad gallega reconoce la ciencia como importante.

En esta ocasión, viene este lunes (por hoy) a Pontevedra a dar una charla a jóvenes estudiantes sobre la presencia de las mujeres en las profesiones científicas y tecnolóxicas, ¿sigue siendo necesario apoyar la igualdad de oportunidades en este campo, verdad?

Sí, sin duda, en este campo y en todos. Los datos dicen que las mujeres continúan siendo menos en los grados de ciencias, y que la brecha aún es más profunda según se va avanzando en la carrera profesional.

¿Qué acciones deben llevarse a cabo para reducir esto?

Es una pregunta que no tiene una respuesta simple, ya que debe incluir componentes socio-culturales, económicos, educativos, etc. Mi experiencia es que en ciencia el valor de una idea o un resultado no se juzga por quien la presenta, sino por su valor científico. El problema es como mujeres y hombres progresan en su carrera, ya que esa progresión esta también relacionada con otros parámetros como las oportunidades para presentar el trabajo, liderar equipos, pertenecer a comités de expertos, atraer financiación competitiva.

¿El problema es del sistema educativo o también de las familias, entorno...?

Estas desigualdades no son exclusivas del ámbito científico. En mi entorno, la incorporación de las mujeres aumenta, quizás no tan rápido como a mí me gustaría, por lo que las capas de decisión todavía no representan la diversidad que sí existe en los equipos de trabajo.

En su caso, cuando eligió estudiar Física notó reticencias a su alrededor? ¿Eran muchas mujeres en su aula?

No, no noté que mi entorno dudase. Yo sí dudé entre varias opciones como las matemáticas o la arquitectura, y elegí finalmente física porque pensé que me daba más opciones si algún momento decidía cambiar. El hecho de que el porcentaje de mujeres es inferior que en otros campos nunca fue un argumento en mi decisión.

¿Eran muchas mujeres en las aulas de su carrera?

No éramos muchas, y todavía menos en los últimos años.

En su charla el lunes en Pontevedra ¿qué les va a explicar a las jóvenes para empoderarlas y que vean la ciencia como algo posible en su futuro?

Les explicaré como funcionamos en el CERN, cual es nuestra misión y la gran cantidad de disciplinas científicas y técnicas que necesitamos, y me gustaría pasar el mensaje de la relación tan estrecha entre ciencia fundamental y tecnología. Estamos en un momento en que los descubrimientos en ciencia y tecnología son posiblemente el mayor agente de cambio de la sociedad, por lo que el valor de las matemáticas, la física, la ingeniería es indiscutible. Si queremos ser parte activa y liderar la sociedad hoy y en el futuro, las mujeres debemos estar muy presentes en ciencia y tecnología.