Raxoi pone coto al desmadre de O Matadoiro y asume el control

Los centros vecinales y culturales del casco histórico fueron protagonistas ayer en Raxoi. De un lado, se aprobó la prórroga del contrato del actual local social en la rúa de Santa Cristina, que seguirá prestando servicio durante nueve meses más, pero ya de forma provisional, como explicó el alcalde, Sánchez Bugallo, tras la junta de gobierno.

Al mismo tiempo, señaló, están en negociaciones con Abanca para la cesión del inmueble que la entidad bancaria tiene junto a la iglesia de Ánimas, que será donde se instale el nuevo centro sociocultural una vez que se haya acondicionado el local.

El edificio tiene una superficie útil de trescientos metros cuadrados, más otros tantos de jardín, por lo que el alcalde se mostró convencido de que será apto para desarrollar las actividades de los vecinos.

Además, explicó, también se continúa avanzando en el convenio con la Universidade de Santiago para la cesión de otro local próximo, la casa de Elisa y Jimena Fernández de la Vega, en Casas Reais, donde Raxoi tiene previsto instalar todos los servicios de la Concejalía del Casco Histórico, desde las licencias y programas de ayuda a la rehabilitación, hasta la sede del nuevo distrito de la zona monumental, una especie de consejo social para atender las necesidades de los residentes.

En este sentido, señaló que no se descarta que en este nuevo local también se pueda desarrollar alguna de las actividades vecinales. Lo que no quiso aclarar es cuál será el destino de la actual sede de la Concejalía en la plaza de Cervantes, ya que "estamos estudando dúas opcións", y parece que aún no hay decisión concreta sobre cuál.

Sobre la petición de una reunión por parte de los vecinos del casco histórico, Sánchez Bugallo explicó que tiene una lista de 500 entrevistas pendientes, y que en este caso, prefiere esperar a que se sustancien los convenios con Abanca y la USC para recibirlos y poderles dar explicaciones concretas sobre los locales.

Donde ya se han empezado a mover las cosas es en el otro gran centro de la zona monumental, la famosa Casa do Matadoiro, que tantas polémicas provocó durante el pasado mandato. Según explicaba ayer a EL CORREO el concejal Javier Fernández, las previsiones son que pase a depender de la Concejalía de Mocidade, para la realización de actividades organizadas por este departamento.

autogestión. De momento, Raxoi ha vuelto a tomar el control del inmueble, de forma que si bien los usuarios siguen autogestionando el programa, la gestión administrativa corresponde al Ayuntamiento. Durante el pasado mandato la oposición preguntó varias veces sobre el funcionamiento del centro, pero CA no dio respuestas claras sobre lo que allí pasaba, ni de quién tenía las llaves y controlaba el funcionamiento del centro.

En el edificio, explicó el concejal, también está previsto llevar a cabo toda una serie de obras para frenar el deterioro, algo que también se había proyectado durante el pasado mandato, pero que nunca se llegó a ejecutar, para arreglar la cubierta del mismo y la filtración de humedades por la fachada, entre otras deficiencias detectadas.