San Cristóbal exhibe un Belén artesanal de más de 150 piezas

Álvaro Huancollo tiene 38 años, es peruano, pertenece al Instituto del Verbo Encarnado y desde 2012 es el sacerdote de la parroquia de San Cristóbal do Eixo. Dada su gran afición al belenismo, desde su llegada a Santiago promovió la elaboración y colocación de un Nacimiento en la iglesia. El Belén ha ido creciendo en número de piezas y escenas y este año han decidido abrirlo al público. "Desde que estaba en el seminario siempre me han gustado los belenes, y con la ayuda de los feligreses hemos logrado que el Nacimiento de la parroquia de San Cristóbal sea cada vez más grande año tras año. Además, los niños también colaboran y cada mes de octubre nos reunimos y comenzamos a elaborarlo, con la incorporación de nuevas escenas y figuras", señala Huancollo, quien subraya, además, que "muchas piezas están hechas a mano".

Como novedades del Belén de este año, enumera la frutería elaborada por los feligreses y la presencia de un pastor leyendo EL CORREO GALLEGO junto a un puesto de prensa. "Lo hice yo mismo, y es una de las imágenes nuevas", afirma el responsable de la parroquia, al tiempo que anima a todo el mundo a pasarse por la iglesia y visitar el Nacimiento.

"Es muy bonito, tiene más de 150 piezas y muchas de ellas han sido realizadas a mano: la casa, la fuente de agua, los olivos, las palmeras... Tiene cuatro metros de largo y cuatro de ancho. Son muchos los detalles que se pueden ver cuando te detienes a observarlo. Mañana, en la misa de las 12 horas, lo bendeciremos", apunta Álvaro Huancollo, que se muestra muy satisfecho de su trabajo en la parroquia y de su estancia en Santiago: "La capital gallega es una ciudad muy importante, ya son siete años al frente de esta parroquia y, como misionero, estoy muy feliz de ayudar en la Diócesis de Santiago, con la que el Instituto del Verbo Encarnado lleva ya diez años colaborando".

Asimismo, en la elaboración del Belén de San Cristobal colabora el mexicano Juan Manuel Ávila, que también pertenece a esta congregación religiosa católica, fundada en Argentina en 1984 por el sacerdote Carlos Miguel Buela.