El seguro de activos que se pide para NCG blindaría a los inversores que atraiga

Novacaixagalicia exprime todas y cada una de las posibilidades legales para salvar con éxito el abismo de capital al que la condenan las nuevas reglas para el sector financiero. La última, que apoyaron en el reciente Debate del Estado de la Autonomía PP y PSdeG (pero no el Bloque) y que ayer despertaba satisfacción en el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, pasa por una suerte de seguro antipérdidas conocido como esquema de protección de activos. Este aval, que precisa del visto bueno de Moncloa y el Banco de España, reduciría la necesidad de capital y facilitaría que NCG controle el banco que creará en mayo.

Por eso mismo se lucha, entre otros frentes, en este momento. La fórmula surgió de la propia Xunta, tras comprobar como era usada por distintas entidades financieras de toda Europa. El único avance real, que no dudó en esgrimir el propio Feijóo, pasa por el acuerdo alcanzado con los socialistas gallegos, que ahora habrán de convencer no solo al PSOE, a la ministra de Economía, Elena Salgado, y al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. No se antoja nada fácil.

La Consellería de Facenda señalaba ayer que esta cobertura cumple con el decreto y con la ley de cajas estatal. No es potestad solo para entidades intervenidas o quebradas, aunque en España, hasta la fecha, solo se usó para cubrir las primeras pérdidas, ya esperadas, en dos casos: CCM y Cajasur. Se lograba así que Cajastur, en el primer caso, y BBK, en el segundo, se atreviesen a adquirir las dos cajas intervenidas.

En el primer caso, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) cubrió hasta 2.475 millones de eventuales pérdidas derivadas de la cartera crediticia de CCM; en el segundo, fue el FROB quien asumirá pérdidas derivadas de créditos fallidos durante cinco años por un máximo de 392 millones.

Si hubo puja para hacerse con los activos de estas dos cajas pese a su nulo nivel de cobertura -una vez se borró el lastre de sus activos tóxicos-, ¿qué ocurriría con Novacaixagalicia, que tiene un colchón de más de tres mil millones de euros, medio billón de pesetas, por si las moscas?

Su saneamiento es su fuerza y lo único que resta es, según Facenda, que el regulador dé luz verde a que cree su propio esquema de protección de activos para nada probables segundas pérdidas. Sin embargo, contar con la garantía adicional del Estado implicaría poder reducir el peso de los activos ponderados por riesgo "sin acudir al déficit o a generar más deuda", y sin tocar un euro ni del FGD o del FROB. Eso llevaría a colocar menos acciones y a controlar su banco.