Silleda, más Cimag y menos Turexpo

Está por conocerse un balance crítico de lo que representó la celebración del salón de Turexpo en el recinto de la Semana Verde.

Por lo sabido, lo más elogiable fue el nivel de negocio y entrevistas alcanzado. A partir de ahí, poco más.

En el lado crítico, que los turoperadores fueran traídos en vuelos a Vigo y A Coruña desperdiciando la ocasión de vender Lavacolla, el frío reinante y el ambiente desangelado en las entrevistas de negocios, la dudosa efectividad promocional de algún evento externo habido al calor de la feria y, aunque sin relevancia comercial, el desprecio a los visitantes en los días de puertas abiertas con stands desatendidos.

Hay, desde la perspectiva turística, otras importantes lagunas y sobre todo el manifiesto desaprovechamiento a la hora de vender el que es santo y seña del turismo gallego, Compostela y su Camino. Una promoción que ante la ya tradicional falta de oportunidad en el pazo de Raxoi bien pudo acometer la propia organización.

En suma, por lo oído a algunos de los invitados, se desperdiciaron el marco más idóneo y la mejor ocasión.

Por eso quizá habría que pensar que el recinto donde mejor se encuentra es en aquello que propició su creación y que es su razón de ser, el sector agroganadero. Hoy mismo, Cimag.

Juan Salgado