SOS del pequeño comercio

EN estos días los pequeños comerciantes deberán pagar las cotizaciones de marzo y abril y seguir con sus establecimientos de alimentación abiertos a unos ciudadanos desesperados que ven en estos establecimientos una tabla de salvacion. Estas tiendas de productos alimenticios desde los más básicos hasta los más gourmets, seguirán abiertas porque son el motor de las economías domésticas del país.

Sin embargo, muchos pequeños comerciantes están a las puertas de la ruina, defraudados por el poco apoyo del Gobierno en esta maldita crisis sanitaria del covid-19, que ya es una profunda crisis económica sin precedentes. Los pequeños comercios de Galicia a donde se va a comprar pan, arroz, vino y garbanzos, están solos y desprotegidos. Son autónomos que no tienen permisos retribuidos, y que tienen que pagar a sus empleados -si les queda alguno- el IVA, los tributos locales y las cotizaciones.

Macron en Francia ha suspendido las cuotas y los impuestos de marzo y abril a pymes y autónomos; Italia extiende el seguro de desempleo a todos los sectores, suspendido el pago de impuestos hasta el 31 de mayo, y Antonio Costa decreta en Portugal la paralización de tributos para las empresas de hasta 50 trabajadores.

¿Que hacen aqui los gobiernos autonómicos y central? Desconcertar a los pequeños empresarios que no ven cubiertas sus angustiosas necesidades. Porque el autónomo que pierda el 50 % de su caja no podrá acogerse a la ayuda extraordinaria establecida por el Gobierno, ni tampoco si cobra una pequeña pensión de viudedad.

Tienen que rectificar los gobiernos de Madrid y de la Xunta. Tienen que socorrer el SOS que está lanzando el pequeño comercio antes de que cierre en todo el país.