O Correo de Caldas-Tabeirós

Abet: “Ya las maté (risas)... Están las tres para enterrar”

El triple asesino de Valga grabó en su móvil vídeos antes y después del suceso en los que se delata y deja claro cuáles son sus intenciones

  • 01 dic 2020 / 00:01
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“Ya las maté (risas...) Están las tres para enterrar”. Ésta es una de las frases de los audios y vídeos desvelados en exclusiva en el programa de Ana Rosa, en Telecinco, que el triple asesino de Valga, José Luis Abet, grabó en su móvil 48 horas antes y poco después de cometer los crímenes ante sus hijos. Abet, que mató en septiembre de 2019 a las que fueran su mujer, su suegra y su cuñada, y que se enfrenta a una posible pena de prisión permanente revisable, deja muy claro en los vídeos cuáles eran sus intenciones. No llegó a publicarlos, pero los tenía guardados en su teléfono y la policía ha podido dar con ellos, aportando así unas pruebas fundamentales.

"Siempre piensan que tienen las de ganar y no es así tampoco", dice Abet sobre las víctimas. “Resulta que no me abre el portal, no me coge el teléfono y después dice que el malo soy yo”, empezaba a narrar en la misma puerta de la casa de las fallecidas 48 horas antes de la mortal agresión.

La custodia de los niños (que le fue retirada por el juez tras los asesinatos) era, al parecer, uno de los motivos por los que dice haber matado a su expareja: “Bueno, estoy delante (de la casa de ella)... el Jueves Santo me tocaban, no me llevó a los niños; el viernes tampoco”. “Hoy es sábado y tampoco; me tocaban los niños el fin de semana y también se niega a dármelos”. “Tenía que venir mi madre y a mi madre no se los deja, a la suya sí”, dice cada vez más enfadado.

En los vídeos también afirma que ha llamado al abogado de su exmujer y que éste tampoco da respuesta. “Ve los mensajes y no contesta, no devuelve las llamadas”. “Hombre, al final voy a tener que tomar medidas”. Y ya después de los crímenes: “A estas tres me las saqué de delante”. Abet manda unos audios a un amigo en los que confiesa el triple asesinato: “Yo ya no vuelvo más, pero a esta gente me la he sacado de delante”. Luego pide disculpas: “Lo siento mucho, pero tenía que ser. Te pido perdón por si ten van a poner malo a ti, pero a esta gente había que sacarla de delante”. E insiste, “podía haber hablado con el abogado, pero a estas tres me las quité de delante”. “A partir de hoy voy directo al calabozo y no voy a salir más”, dice consciente de lo que ha hecho y de las consecuencias.

“Me cansé de que me pitorrearan”, continúa. “Se acabó amigo. Ya las mate a las tres (risas ...) Ya están para enterrar. Ahora no hacen falta ni 24 horas ni camello”, dice en alusión a un mal de ojo que quería encargar para su expareja. Por último, aclara la identidad de las víctimas. “Están las tres muertas, ella, la madre y la hermana, ahora voy a pasar el resto de mi vida en la cárcel”.

El 16 de septiembre de 2019 José Luis Abet llegó con su coche por la mañana, casi de madrugada, al lugar de Carracido, en el municipio pontevedrés de Valga. Fue a la casa de su exmujer, Sandra Boquete, de 39 años, y le disparó con su pistola calibre 32 en presencia de sus hijos de 4 y 8 años. Después mató, también a tiros, a la madre de Sandra, María Elena Jamardo, de 59 años, y a su hermana Alba, de 27.

Se enfrenta a una posible pena de prisión permanente revisable
Hace dos semanas los hermanos del autor confeso decidieron cambiar el abogado

Santiago. Jose Luis Abet se enfrenta, con toda probabilidad, a una condena de prisión permanente revisable, y será, de confirmarse tras el juicio, el cuarto gallego al que se le imponga esa pena. Hasta hace quince días su defensa la llevaba el abogado Manuel Franco Argibay, letrado que había sido contratado por la madre y que ahora ha sido sustituido por una abogada de Santiago contratada por sus hermanos.

Según los cálculos del exletrado, el juicio no se celebrará hasta mayo o junio de 2021, ya que todavía están en fase de instrucción y luego habrá que elegir el Tribunal y el jurado popular.

Natural de Bertamiráns (Ames), José Luis Abet Lafuente, de 46 años, se había casado con Sandra en segundas nupcias, después de un primer matrimonio fallido, del que tenía otro hijo. Separados desde enero de 2018, vivía desde entonces con su madre. Los vecinos hablan de mala relación, pero no constaban antecedentes ni denuncias por violencia de género ni en la Guardia Civil ni en los servicios sociales ni en el Centro de Información a la Mujer. S.E.

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