Devolvió al Compos la ilusión por crecer desde la humildad

PRESIDENTE Son los malos momentos los que dan sentido a los buenos, los que provocan que disfrutemos con mayor viveza cada alegría que nos ofrece la vida. De eso sabe, y mucho, Antonio Quinteiro. Llegó hace nueve años dispuesto a salvar a la SD Compostela de caer en el olvido. Asumiendo la presidencia recuperó su esencia, le dio vida y consiguió llevarla, escalón a escalón, hasta Segunda B. Pero el sueño se interrumpió y un tropiezo devolvió al equipo a Tercera. Tocó entonces aprender de los errores y apostar por un proyecto que creciera desde la humildad y la ilusión, la misma que, cuatro años después, sitúa al equipo de nuevo en la categoría de bronce y con un futuro prometedor. En las buenas y en las malas Quinteiro se ha mantenido al pie del cañón, desde donde los apoyos de la ciudad serán necesarios para seguir creciendo.