Podemos y la ‘veciñanza’

POR ALGUNA extraña razón, el grupo podemita del Ayuntamiento de Santiago cree representar mejor que ningún otro el sentir de la veciñanza, concepto que, en su boca, parece trascender la definición clásica de vecindario para integrar de una forma especial a la población auténticamente demócrata, independiente, progresista, poco sumisa y reacia a dejarse convencer por los partidos tradicionales. A Compostela Aberta, así, se le llena mucho la boca cuando se refiere a la veciñanza, pero sin tener en cuenta que todos los vecindarios son plurales y que cada habitante de cada barrio concreto piensa y vota como le viene en gana. Ahora, a costa de la citada monserga, el sector podemita se ha empeñado en tirar por tierra el sensato proyecto urbanístico diseñado para el solar del viejo colegio Peleteiro con la excusa de que los vecinos del Ensanche no lo apoyan. Lo cual es radicalmente falso, porque las principales asociaciones de residentes y comerciantes han dado su bendición a un plan que solo cuenta con el rechazo, y están en su perfecto derecho de estar en contra, de unos cuantos vecinos que temen perder vistas, luz y sol cuando los nuevos edificios se construyan. Defienden lo suyo y su postura es legítima, pero en absoluto son ni representan a la veciñanza. Y con Compostela Aberta pasa lo mismo, porque si sus sectarios integrantes representasen a un amplio porcentaje de la población no se hubiesen llevado el monumental palo que recibieron, tras cuatro años de lamentable desgobierno, en las últimas elecciones municipales. Que se vayan a otro solar, pues, a dar la tabarra.