Firmas

Alberto, no te entiendo

    • 03 nov 2022 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego

    OYE, Alberto, perdona, pero no te entiendo. Cuando te fuiste a Madrid, creo que tanto para tus compañeros de partido como para muchos de los demás, empezó a revolotear la idea de que, vale ya, el PP se va a dejar de filigranas y empezará a hacer política de verdad. En serio. Haciendo la oposición como es debido, con contundencia, si se quiere, pero sin extremar ni el verbo ni las diferencias que, además, deben formularse siempre e inexcusablemente en el marco de las leyes vigentes.

    Aquella gente pensaba que, al fin y al cabo, el PP es uno de los principales partidos del país, con un importante respaldo electoral y posibilidades, ya veremos cuándo y cómo, de ocupar el Gobierno de España.

    Pensábamos que Pablo Casado, aquel que desde la tribuna del Congreso de los Diputados tuvo el coraje de tildar al presidente del Gobierno de “traidor”, que entrecomillo por ser excesivo. En democracia, Alberto, sabes que, entre los que respetan la Constitución y las leyes, no hay traidores. Que hasta las discrepancias más grandes deben ser tratadas con respeto mutuo.

    Pues mira tú: que llegas, pasan unos pocos días y te vas mostrando como otro Pablo Casado, sin rasgo alguno de la personalidad que pensábamos que te haría diferente, más aceptable, incluso desde la discrepancia. Indiscutiblemente un demócrata, de buenas maneras, que sabe que las diferencias partidistas no sólo son lícitas, sino que forman parte sustantiva de la argamasa de la propia democracia.

    Pero no fue así, Alberto. Aunque hayas dedicado bastante tiempo a proclamar que “te insultan”, que también pongo entre comillas para remarcar su desproporción, tu tampoco te quedaste corto. Podías haber quedado como un señor si, a la vista de esos insultos que dices que profirieron contra ti, hubieses sido capaz de mantener el tipo y las formas moderadas.

    Hasta yo mismo te aplaudiría, mira tú, porque echo de menos eso: políticos con buenas maneras. Mutuamente respetuosos. Que hablen de política más que de ellos mismos. Pero no lo hiciste.

    Mira: esta misma semana se convocó en Génova una rueda de prensa para justificar el abandono por el PP de las negociaciones para el desbloqueo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Pues bien: en ella se calificó al presidente del Gobierno de “mal español”, que también remarco ya no sólo por exagerado sino también por sucio.

    Ese tipo de improperios, en otro momento de la historia de España, eran de uso habitual, pero no sólo para marcar diferencias sino especialmente para sembrar odio. Y al odio fuimos.

    TEMAS
    Tema marcado como favorito
    Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.