Firmas

De la escuela y sus delirios

    • 27 may 2022 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego

    HACE unos días asistí a la presentación del libro que con este título escribió Javier Pérez Carrasco, profesor de Filosofía de un instituto compostelano. En él se describen los delirios que aparecen en la enseñanza, delirios que como escribe el autor no son más que el reflejo de los delirios y contradicciones que presenta nuestra sociedad. Quizás resida en ese punto el interés de este libro, que es una descripción y análisis agudo, certero y profundo de los delirios y contradicciones de nuestra sociedad, cuestionando algunos de los dogmas inconscientemente establecidos.

    Cuando se habla de la enseñanza, ya sea de las múltiples leyes o de las reclamaciones de los diferentes colectivos de enseñantes, muchas veces pidiendo más horas de su asignatura, se llega a un punto de saturación. Se tiene la impresión de que esto ya lo vimos, es más de lo mismo. La consecuencia de todo ello es que se desconecta.

    Este libro, no es más de lo mismo ni es nada ya visto. Su planteamiento, ameno, original y aparentemente desenfadado hace que no se desconecte y que se lea apasionadamente al mismo tiempo que hace pensar si nuestra sociedad esta en el camino del progreso.

    ¿Tiene sentido que una familia permita que sus niños y adolescentes hagan lo que quieran, coman lo que quieran y estén con los móviles y videojuegos todo el tiempo que quieran y después diga que apoyan a la escuela? ¿Tiene sentido que la media de estar con el móvil diariamente un estudiante de 15 años sea entre seis y siete horas? ¿Tiene sentido que en un curso haya 13 asignaturas? Estas preguntas en el libro son el inicio de planteamientos en los que se ponen de relieve y se cuestionan algunos de los dogmas establecidos, como que la revolución digital conduce al progreso social.

    En la sociedad no tenemos sosiego y esto se transfiere directamente a la escuela, donde los alumnos tienen una excitación que necesitan pacificar fuera y dentro de la escuela.

    En la presentación el autor señalo que el docente se siente como un indio de la selva amazónica cuando llega un antropólogo a estudiarlo. El experto no ha vivido en la selva ni tiene la cultura de esos indios. Ahora los expertos y estudiosos son los pedagogos que no han dado nunca una clase de lo que estudian. A veces se añaden como expertos psicólogos y sociólogos para que así el estudio sea “multidisciplinar”.

    Messi es apreciado porque juega bien, no porque explica cómo juega bien, ni porque sea un gran teórico del fútbol, sin embargo, la jerga impuesta por estos expertos en el sistema educativo hace que la mayoría de los docentes, realmente implicados y preocupados por sus alumnos, tengan que invertir una parte de su tiempo en rellenar papeles para decir cómo enseñan y cómo se ajustan a la jerga de los expertos.

    El autor no es un reaccionario, ni mucho menos, como lo reflejan sus magníficos libros anteriores: Margarita y la sombra de Atenea o El Amor y Margarita. Simplemente, de una manera amena y profunda nos induce a preguntarnos si nuestra sociedad realmente progresa.

    TEMAS
    Tema marcado como favorito
    Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.