Firmas

El mito

    • 07 mar 2021 / 01:00
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    SE le atribuye a Alfonso VI, rey de León, Castilla y Galicia, haber dicho en el siglo XI que “lo importante no es ganar la batalla, sino tener al cronista de tu parte”. Puede que sea cierto a tenor de los romances con los que la historia ha llenado el vacío documental sobre la muerte de su hermano Sancho II en el sitio de Zamora y de toda la mitología en torno al Cid, quien de simple mercenario pasó a héroe para la posteridad. La frase ya no tiene valor, aunque en nuestro pasado reciente hubiera valido como frontispicio de importantes medios públicos de comunicación.

    Balanceé el dicho viendo la entrevista que Jordi Évole le hizo a José María Aznar en la Sexta. Este personaje no fue una excepción en el control de la información por parte de un líder y sus cronistas. Pero tengo el convencimiento de que le ha correspondido ser el último de la saga. De todas las mentiras sembradas como glorias, desde la “España va bien”, hasta “el atentado de Atocha es obra de ETA”, hoy ninguno de sus romances consigue sostener la rima.

    El “milagro económico” estalló en burbuja inmobiliaria. El milagrero, Rodrigo Rato, entra y sale de la cárcel. Se han multiplicado los procesos a casi todos sus ministros. Y en los telediarios vemos magnas cajas B flotando a la luz de la justicia, sin que él se inmute.

    Me resultó patético observar al mito tratando de mantener en alto un estandarte insostenible. Lo vi sin cronistas de su parte, paseando desnudo, vestido con el traje del emperador. Y, desde la condescendencia hacia los errores humanos, sentí pesadumbre frente al árbol seco que pretende fructificar. Ambicionando dar consejos a sus sucesores como si el tablero de juego fuera el mismo donde él movió las fichas del acoso y derribo del socialismo. Como si la derecha, por él sembrada, estuviera libre de culpas para tirar piedras. Como si ese Vox, que preocupa a la buena convivencia, no se hubiera amamantado en sus pechos ideológicos.

    Cuando se analice la comunicación moderna y la caída de los mitos, Aznar será un ejemplo cumbre de la pirámide, también sostenida por los sillares de Jordi Pujol, Sarkozy, Trump, Putin, Berlusconi, Juan Carlos I... Alfonso VI ya no es un ejemplo adecuado.

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