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Reseña Musical

El pianista Iván Fernández, en el Paraninfo da Universidade

    • 26 nov 2021 / 01:00
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    Concierto del pianista Iván Fernández en el Paraninfo da Universidade- 20´30 h.-, en el que ofrecerá la ”Sonata nº 27- nº 2” (Claro de Luna), las “Variaciones sobre un tema de Beethoven WoO 31”, de Robert Schumann y las “Variaciones sobre una tema de Schumann Op. 9”, de Johannes Brahms. Iván Fernández, tuvo como primeras maestras a Ana Mª, García y a Rita Ivaskeviciute, en el “Conservatorio Mayeusis”, especializándose posteriormente en Escuela Superior de Cataluña, con Rafael Salina. Fue galardonado por su trabajo de investigación sobre las “Sonatas 109, 110 y 111”, de L.v. Beethoven y realizó masters en la Academia Gnessin, de Moscú, con Vera B. Nesina. Fue premiado en el “XIV Concurso de Música Clásica” , de Ruza (Rusia), y a lo largo de su carrera, recibió asesoramientos de Leonid N.Sintsev, Arcadi Volodos, Pavel A. Dombrovsky, Tatiana N.Tarnasvkaia o Jaroslaw Drzewiekcky, entre otros.

    Beethoven con la “Sonata nº 2, Op. 27, en Do sost. m.” (Claro de Luna), obra de año tan fundamental como 1801, en un período de clara transición y que resultará una de las más apreciadas por la posteridad, emparejada con la conocida como la “Sonata quasi una fantasia”, lo que supone un posicionamiento con las pretensiones avanzadas de un romanticismo evidente. Para D´Indy, la obra parece una primera señal de turbación, suscitada por una pasión naciente, trasfundiendo al arte su propia vida. El “Adagio”, que abre la obra, es descrito como un río sonoro, que no para de fluir, donde la melodía escoge la dimensión de una confesión interiorizada. En cuanto a ese popularizado subtítulo y que se ha conservado, pudo haber sido ideado por el poeta alemán Ludwig Rallstab, amigo personal y autor además de muchos poemas a los que Schubert, pondrá música. Para la sensibilidad de Rallstab, la sonata evoca el resplandor de la luna sobre el lago de los Cuatro Cantones, y entre abundantes leyendas, nos encontramos con la propuesta por Holz, quien diría que en el “Adagio”, la motivación había sido inspirada por la presencia del féretro de un amigo suyo. La asociación previsible con elementos autobiográficos, quedará refrendada en uno de los amoríos incesantes, en esta ocasión con Giullietta Guicciardi.

    Más detalles de interés, podremos tomarlos del estudioso Carli Ballola, quien comentará que el “Adagio sostento”, se había germinado a partir de una semilla mozartiana, mediante una especie de estudio preliminar, conducido sobre un material de una afinidad estructural y expresiva, realmente impresionante. La vida del autor, mientras da forma a la sonata, se vio perturbada por la violenta pasión de aquella joven aristócrata, Giullietta Guicciardi. Frente al “Adagio sostenutto”, descubrimos el “Allegretto”, a modo de ansiado contraste, ante la observación que tuvimos ante la impresión del dolor humano en su misterio solemne y de esa forma ese segundo movimiento resulta una gracia vacilante, para conceder el impetuoso estado de ánimo que resuelve el “Presto agitato”, final, una especie de poema impulsivo en una escritura pianística definitivamente acuñada hacía lo que llegará posteriormente. Para Glenn Gould, el tiempo final resulta uno de los más brillantes desde el punto de vista instrumental.

    Robert Schumann y Johannes Brahms, afinidades electivas. Un Schumann recuperado del olvido por las “Variaciones sobre un tema de Beethoven WoO 31”, pieza en la línea de las “Variaciones póstumas” o las “Geistervariationen”- Theme mit Variatonen in Es- Dur “, obra saturada de presagios y amargos presagios en el período final de su caótica vida. Obras como las “Variaciones Abegg” o los “Estudios según los Caprichos de Paganini”, son puro reflejo de un creador tentado por aproximarse a esta serie de ejercicios y estas que se tratan para la ocasión, habrán de sufrir una serie de revisiones que se acercarán a las “Albumblatter Op. 124”. Una relación con Brahms, que se confirma en las ”Variaciones en b m. sobre un tema de Schumann Op. 9”, las más románticas que compuso el hamburgués y que como el caso de su apreciado Robert, será un género al que será fiel durante toda su vida. Para la ocasión, Johannes estará influido por los ·Estudios sinfónicos. Piezas de un joven talento de veinte años y que recibió un entusiasta reconocimiento en Düsseldorff, por la pareja a la que se sintió cercano durante toda su vida.

    Brahms, con esa obra que completa la sesión, queda a la postre como un perfecto punto de encuentro artístico siempre imprescindible para apreciar esa relación con los Schumann, en la que Clara tendrá el reconocimiento irrenunciable y que será necesario para entender las mentadas afinidades electivas. Aspectos a tener en cuenta a lo largo de estas variaciones, será el descubrir, su vena dúctil, opalescente, a ratos casi fugaz, concebidas bajo el impulso del abandono sentimental y de la fantasía, páginas de un romanticismo arrebatado y un caso evidente de una impregnación inevitable. La edición de la obra, será publicada en Hamburgo por la editorial “Breitkopf & Härtel”. Las variaciones que escucharemos, servirán a Ménétrier para sentenciar: Brahms lleva a sus espaldas una doble tradición: por un lado la variación denominada “resolutiva”, la más antigua, la que Beethoven llevó a su máxima expresión (la variación que mantiene la estructura métrica y/o armónica del tema), por el otro, la “variación-fantasía”, decididamente libre, ilustrada por Robert Schumann y Ferenz Liszt, variación que renueva el género alejándose completamente del plano inicial para después recuperar, en el caso de Brahms, una tradición aún más antigua, la del “passacaglia” barroco.

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