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Estímulo en la adversidad

    • 22 may 2021 / 01:00
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    MI comentario de hoy está relacionado con estos tiempos de dificultades, desánimo, cansancio y temores, que nos invaden. Permítanme que les hable del paratriatleta José Luis García Serrano, que el pasado día 15 de mayo obtuvo la medalla de plata en las series mundiales de paratriatlón de Yokohama, tras competir junto a su guía en 750 metros de natación, 20 km de bicicleta y 5 km de carrera.

    José Luis quedó ciego total a la edad de 27 años; a partir de ese momento inicia un largo y difícil aprendizaje por el mundo de la oscuridad, salpicado de momentos de depresión; decide que la vida merece la pena y centra su vida en el estudio y en el deporte.

    Antes había estudiado Optometría y, ya ciego, se diploma en Fisioterapia. En cuanto al deporte, eligió uno de los más exigentes, el triatlón. En sus primeros pasos contó con la ayuda de amigos no profesionales, y cuando empezó a progresar, se federó e inscribió en un club especializado. Dentro de unas semanas participará en los JJ.OO. de Tokio, su sueño desde el momento en que la oftalmóloga, tras retirarle el vendaje de la última intervención quirúrgica, le anunció la desconexión visual definitiva. La reacción de José Luis fue: “Oirá hablar de mí en los JJ.OO. de Río de Janeiro”; no pudo cumplir su promesa porque su especialidad no fue incluida.

    Su alegría y vitalidad son desbordantes y contagiosas; ha recibido solidaridad y él corresponde con generosidad. Su tenacidad le impulsa a superar los permanentes obstáculos que la ceguera pone ante él. Anthony Doerr, el autor de la novela La luz que no puedes ver, describe con realismo la ceguera: “Donde tenía que haber una pared, no encuentras nada, y donde no debía haber nada, la pata de la mesa se te clava en la espinilla”.

    Reconoce que nunca hubiera soñado con la vida que lleva, las personas que ha conocido, las experiencias vividas, los viajes... todo ello gracias al deporte y a su inmenso espíritu de superación ante la adversidad.

    Ejerce como fisioterapeuta, se entrena como un profesional, y da charlas de motivación en empresas, colegios y universidades.

    Su sencilla biografía puede ser un estímulo para quienes cada día se enfrentan con amargura a las dificultades de la vida y para los que deambulan sin esperanza por caminos equivocados.

    La reflexión de Antoine de Saint-Exupery “Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos”, y la personalidad de este joven, me sugirieron el título de la semblanza que he escrito sobre él: Los ojos del alma. Les invito a conocer mejor al personaje, merece la pena, descargando esta sencilla biografía en www.museofinanciero.com.

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