Firmas

Los que están por llegar

    • 27 nov 2022 / 01:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego

    LA inestabilidad económica y política que vive el Magreb, el impacto del cambio climático y las sequías en el África Subsahariana, la conflictividad desde Oriente Medio hasta el Sahel, y la hambruna que se cierne sobre toda África, incrementada por la reducción del grano procedente de Ucrania, hace que la llegada de migrantes provenientes del Continente sureño se haya incrementado en los últimos meses.

    Se calcula que los trasvases humanos que toman la vía del Mediterráneo central han aumentado este año un 50%. De ahí que la Comisión Europea (CE) haya tenido que salir al paso para tratar de gestionar una crisis humanitaria ante la que muchos países empiezan a mostrar sus recelos.

    Lo vimos con las disputas entre Italia y Francia a la hora de acoger en sus puertos los barcos procedentes de la orilla sur del Mediterráneo. El caso más visible fue el del Ocean Viking, cargado con 230 migrantes, de los cuales 57 eran niños; y que finalmente acogió el país galo “con carácter excepcional” después de que el Gobierno de Giorgia Meloni se negara a hacerlo. El buque de la ONG SOS Méditerranée tuvo que esperar tres semanas en el mar antes de ser recibido.

    Eso sí; una vez en tierra, las personas rescatadas fueron conducidas a un centro de internamiento improvisado, del que no podrán salir hasta que las autoridades distingan entre los que son “elegibles para el asilo”, y aquellos que serán devueltos a sus países de origen. A su vez, los que se queden serán repartidos por hasta nueve países de la UE.

    Unos 90.000 migrantes han tratado de acceder a Europa por esta vía en lo que va de año. Por eso la CE ha presentado un nuevo “plan de acción” destinado a “frenar las salidas” en los países de origen, agilizar el cada vez más difícil “reparto” de solicitantes de asilo, y revisar el estatus jurídico y el “marco legal” en el que se amparan los barcos fletados por las diversas ONG.

    Todo ello como respuesta ante, por un lado, el uso convenenciero de la inmigración como arma política en numerosos países; y, por otro, frente a la parálisis que sufre el Nuevo Pacto de Migración y Asilo aceptado a finales de 2020 por los veintisiete, pero que aún no ha logrado ponerse en marcha.

    Y no será fácil. Hasta Alemania dice haber llegado al límite de su capacidad para acoger un volumen de refugiados que pronto llegará a los dos millones, superando el número de 2015, cuando eran los sirios y los afganos los recibidos. Además, se prevé un aumento de los ucranianos debido a la falta de luz, agua y calefacción.

    Más allá de la UE, también Reino Unido lamenta el descontrol de sus fronteras debido a la llegada de ucranianos, hongkoneses, afganos y hasta estudiantes asiáticos y africanos con visado. En definitiva, a falta de soluciones y solidaridad, la crisis seguirá en aumento.

    TEMAS
    Tema marcado como favorito
    Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.