No a los asientos vacíos
LLÁMENME PROTESTONA, pero me parece una falta de respeto hacia los artistas primero, hacia los organizadores, segundo, y hacia el prójimo en general, tercero, esa manía que tiene la gente de apuntarse a todo lo gratuito para luego no ir, dejando sillas vacías e imposibilitando en muchos casos que otros disfruten del espectáculo.
Esto no es de ahora, pero ahora y dadas las circunstancias fastidia más. Al menos a mí. Y pasa siempre, indefectiblemente, con las actividades que se programan con entrada libre, a las que automáticamente parece que no les damos valor por no costarnos dinero.
Un centenar de asientos vacíos en el Obradoiro para el pregón que ya tenía las entradas agotadas no es de recibo. Así que, quedaré de borde, pero yo voto por un pago anticipado con devolución al sentarse. Y así los que no vayan, al menos que inviten a cañas a los que actúan.