Firmas

Objetivo Rabat

    • 04 feb 2023 / 06:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego

    LAS más de 22.000 empresas españolas que exportaron en 2021 y 2022 a Marruecos; las cerca de 17.000 que tienen intereses o capital compartido; el superávit comercial con el país vecino (un 49% más que en 2021); la reducción en 2022 del 31% de inmigrantes irregulares llegados a España procedentes de Marruecos; los 20 acuerdos firmados en Rabat; y la Declaración Conjunta de 74 puntos que abarcan la apertura paulatina de las aduanas, la lucha contra la presión migratoria, y la readmisión de migrantes en situación irregular, son cuestiones que invitan a cuidar nuestras relaciones diplomáticas con el Reino Alauí. Además, no olvidemos nuestras reivindicaciones jurídicas e históricas de soberanía dispares con respecto a Ceuta, Melilla, el islote de Perejil, las islas Chafarinas, o el área del Archipiélago Canario; y tampoco el convenio firmado con Rabat en 2019 para mejorar la formación y cooperación de nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad frente al yihadismo, el crimen organizado, el narcotráfico, el tráfico de armas, el blanqueo de capitales, la explotación sexual, o las falsificaciones.

    Es cierto que somos su primer proveedor (copa el 45% de nuestros envíos a África); y es nuestro tercer socio comercial fuera de la UE. Pero también la UE le aporta ayudas millonarias; y España es su comprador más destacado, quien más turistas le envía tras Francia, y un país que sigue incrementando allí sus inversiones en renovables, interconexiones eléctricas, comunicaciones, o infraestructuras. Nuestro Gobierno se ha comprometido a duplicar la ayuda financiera a empresas inversoras en Marruecos hasta los 800 millones de euros. Y aunque hemos entrado en déficit comercial con Argelia; sufrimos un aumento de los precios del gas que importamos; nuestras exportaciones allí han caído; y las 500 empresas españolas y los 300 proyectos mixtos hispano-argelinos se han visto afectados, nuestra reconciliación con Argel habrá de ir paralela al compromiso de España con Marruecos.

    Por eso debemos ser prudentes al señalar posibles implicaciones de Marruecos en el ‘Qatargate’ que investiga el Parlamento Europeo. Y tampoco es bueno desprestigiar la XII Reunión de Alto Nivel (RAN) debido a la ausencia de un Mohamed VI que conoce la negativa del Congreso a avalar tanto el giro unilateral del 7 de abril de 2022 por parte de Sánchez respecto al Sáhara Occidental, como la votación de sus eurodiputados socialistas contra la resolución que instaba a Marruecos a respetar la libertad de prensa. Las críticas de los socios del Ejecutivo; la renuncia de Unidas Podemos a asistir a la RAM; el plantón del presidente de la patronal CEOE; y la negativa de la Vicepresidenta Segunda y ministra de Trabajo (los marroquíes son la principal fuerza laboral extranjera en España), tampoco han ayudado. www.josemanuelestevezsaa.com

    Tema marcado como favorito