‘Orfeo y las sirenas’, vuelta a los orígenes
El conjunto escultórico Orfeo y las sirenas, abandonará el J. Paul Getty Museum de Los Angeles (California), después de haber pasado mas de cuatro décadas formando parte de sus colecciones y regresará a Italia; las negociaciones entre la institución norteamericana y el Ministerio de Cultura han finalizado una vez alcanzado un acuerdo en firme para su devolución al país de origen. El grupo de tres esculturas a tamaño natural y de terracota, está conformado por una figura sentada, que representa a Orfeo, acompañado de dos sirenas erguidas, de extremidades inferiores en forma de ave; en la mitología griega y romana, Orfeo era el teólogo, poeta y músico de hermosa voz, perfeccionador de la lira; las sirenas, hijas de Caliope y Aqueloo, habitaban la costa de Sicilia. Datadas alrededor de los años 300-350 a.d. de formas clásicas y elegantes, las esculturas en reunión parecen aludir al pasaje de Orfeo y su participación en la expedición por mar que llevó a Jason y los Argonautas a buscar el vellocino de oro; recogido el episodio por Homero en la Odisea, y en el poema anónimo Argonáuticas órficas, se describen las vicisitudes de la travesía y la victoria de Orfeo al proteger con su música a los compañeros de viaje, nublando con ella los pérfidos cantos de las sirenas.
La entrada de estas obras de incalculable valor en la institución museística se produjo mediante la compra efectuada por J.P Getty (1892-1976 ), en el año 1976, cuyo importe alcanzó la cifra de 550.000 dólares. Por otro lado, y en los últimos tiempos, el gobierno italiano ha venido reclamando al museo americano determinadas piezas del pasado clásico que fueron halladas en su territorio al considerar dudosa la forma de entrada en esas colecciones.
Y en este caso, a raíz de exhaustivas investigaciones llevadas a cabo por la Unidad de Tráfico de Antigüedades de la Oficina del Fiscal del Distrito de Manhattan, se concluyó que las esculturas procedían de excavaciones ilegales en tierras italianas, en su momento, exportadas de un modo irregular. Demostrada la situación inicial de las mismas, el museo californiano accedió a su devolución dejando a la vez clara su política de colaboración en este tipo de hechos, entendiendo imprescindible propiciar el trabajo en equipo entre instituciones para evitar que se produzcan sucesos de esa índole; en tales circunstancias, el retorno está fundamentado por la investigación que avala todo el proceso, desde el hallazgo hasta la compra final. Y ahora, tras las gestiones pertinentes para la vuelta del grupo escultórico a Italia, seguidas del cumplimiento de los protocolos para su traslado dada la fragilidad de las obras, se espera que en el próximo mes de septiembre, estas alcancen su definitivo destino.
En ese sentido, con total transparencia la pagina oficial del J. Paul Getty Museum comunica el acuerdo y amplía la información añadiendo datos acerca de otras piezas que se encuentran en su colección y que serán reintegradas a Italia, aunque todavía sin fecha definitiva; se trata de Thymiaterion, incensario etrusco de bronce ( siglo IV, a.C ), donado por los coleccionistas Barbara y Lawrence Fleischman; El oráculo ( 1880 ) del pintor Camillo Miola ; “Cabeza de divinidad, destinada para insertar en una columna” (del siglo II, d.C. ) de mármol de Carrara y Molde para fundir colgantes, (siglo II, d. C.) de piedra caliza. La colección vendrá a completar un anterior listado de 40 piezas de los periodos clásicos que fueron retornando a Italia a partir de 2007, anteriormente reclamadas por el gobierno de ese país; entre ellas se encontraban el Atleta Vincitore, atribuido a Lisipo, y la Venus de Morgantina ( 425 a.C ) imponente escultura de mas de dos metros de alto, de ascendencia siciliana.
Afortunadamente, tras años de desencuentros y litigios el Ministerio de Cultura de Italia y el J.Paul Getty Museum llegaron a un punto de entendimiento, suavizaron sus relaciones y proyectan conjuntamente programas de cooperación.