Firmas

Sector turístico y pandemia

    • 31 jul 2020 / 23:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego

    EL desprecio del Gobierno hacia el turismo quedó patente cuando el ministro Garzón se refirió al sector como “precario, estacional y con bajo valor añadido”, causando una gran indignación entre los españoles. Al tiempo, durante el estado de alarma el Ejecutivo tardó en inyectar ayudas a ámbitos estratégicos como el hotelero y el hostelero. Y ahora incluso vemos cómo Fernando Simón expresa, con ligereza, su satisfacción ante el hecho de que los británicos no vayan a venir a España por las restricciones impuestas desde Londres.

    Todos estamos de acuerdo en que España debe apostar por desarrollar sectores e industrias alternativas, y favorecer la inversión en I+D+i, en energías renovables, en industria alimentaria, en telecomunicaciones y nuevas tecnologías, e incluso en productos farmacéuticos y biomédicos. No obstante, no hacer depender el futuro de nuestra economía del turismo, e incluso de la construcción, no entra en conflicto con un sector en el que hasta hace poco sobresalíamos: el ámbito turístico.

    El legado monumental e histórico de nuestro país, la oferta cultural y de ocio, la variedad de nuestros parajes de costa e interior, nuestra agradable climatología, o la riqueza gastronómica de nuestros pueblos y ciudades, nos convierte en un enclave singular. Es motivo de orgullo y fuente de ingresos; y se merece, cuando menos, un esmerado cuidado, una decidida defensa, y las preceptivas campañas que pongan en valor este potencial de nuestra tierra.

    Frente a ello nos hemos topado con un Gobierno empeñado en despreciar el ámbito que, hoy por hoy, nos guste más o menos, sustenta nuestra economía. Por ello es inconcebible e imperdonable la actitud de quienes no han actuado como se esperaba, no sólo pecando de omisión al no ocuparse de velar por un sector que hasta ahora había convertido a España en un destino ideal, sino incluso desdeñándolo y contribuyendo a su declive.

    Las autoridades sanitarias no pueden aludir con imprudencia a una segunda ola de la pandemia. Deben decir alto y claro si estamos en una situación peor que otros países de nuestro entorno; porque, de ser así, debemos tomar cuantas medidas sean necesarias (incluyendo el cierre de locales de ocio y hostelería donde proceda), e inyectar nuevas ayudas a los afectados, porque la adopción de medidas también proyecta confianza, seriedad y seguridad a nivel internacional.

    Si no es el caso, y estamos mejor o igual que otros países europeos, entonces han de diseñarse campañas que atraigan a turistas y visitantes, a la vez que contribuyan a garantizar su salud y la de los españoles, como están haciendo otros países, promoviendo, por ejemplo, la realización de test en el lugar de origen o de destino. Y si en realidad no se sabe cómo estamos, pues tendrán que ponerse a trabajar de una vez por todas. A estas alturas de la pandemia, ya no hay excusa posible.

    TEMAS
    Tema marcado como favorito
    Selecciona los que más te interesen y verás todas las noticias relacionadas con ellos en Mi Correo Gallego.