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Sentidiño, Yolanda

    • 15 sep 2022 / 01:00
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    YOLANDA, querida, la que has armado. Por varias cosas te lo digo: la primera que, siendo miembro del consejo de ministros, y nada menos que con la categoría de vicepresidenta, no deberías haber promovido ningún tipo de iniciativa con trascendencia gubernamental al margen de ese órgano. Ni antes ni después. Nunca. Y no creo que deba dedicarle especial detención a explicarte la razón; en el mejor de los casos acaba siendo un factor, no de debate, sino de discusión, que no es lo mismo, entre los miembros de un gobierno, más aún si es de coalición.

    Con unos ministros y ministras por aquí y otros y otras por allá, diciendo que si y que no, hasta que no puede ser y que además no sería posible, el público, o una parte de él, vamos, que no quiero ser absolutista, ha llegado a deducir que, aún sin querer hacerle el juego a la derecha, este gobierno es un guirigay, con niñearía de más y criterio de menos. Que no es que yo lo crea, cuidado, pero si digo que es lo que pueden ir pensando los que le tienen menos cariño.

    Por otra parte, ya pasando de la lealtad de gobierno para adentro al sentido común, oye, no parece que fuese una idea equivocada que, antes de lanzarte a la predica redentora, convocando a un acuerdo a un determinado sector del mercado –me caiga a mi simpático o no, que eso es otra cosa–, para fijar precios moderados a una cesta de productos básicos, te hubieses reunido con él.

    La que ya va dándose en llamar “cesta solidaria” le vendría más que de perlas a una parte importante de la ciudadanía. Y seguramente podría hasta considerarse como una verdadera necesidad conseguirla.

    Pero antes de predicar, digo, no parece que fuese mala idea haberse sentado con esos a los que les pides que renuncien a una parte de sus ganancias, que, sean cuales sean las simpatías, son, desde luego, lícitas. Aunque sólo sea para que no se sientan presionados por la actitud de quien, a la hora de la verdad, no mete nada comestible en la dichosa cesta.

    Mira que, sin contar con ellos, ya les dijiste que es lo debe haber dentro de ella. Te falta adelantar el precio. Y sin contar con nadie, repito. Y ellos ya te van contestando que lo que tu pides no puede ser. Que una cesta solidaria, si puede ser, vale, pero que ya irán diciendo ellos con que se llena. A no ser que tu la pagues, claro, que ya es otro juego.

    Las cosas, Yolanda, o se imponen o se negocian. Lo que tú hiciste fue quedarte en medio, con un simple objetivo, parece, de visibilidad. Pero eso, que a ti puede interesarse, a los demás nos trae sin cuidado. Nosotros no somos candidatos a nada.

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