El PP logra ganar en Castilla y León pero tendrá que negociar con Vox

Resultado agridulce para el PP en las elecciones con más trascendencia nacional en Castilla y León. El PP gana y salva los muebles, mejora los resultados, pero no consigue la mayoría absoluta que se había propuesto al inicio de la campaña electoral. Sólo podrá gobernar del ganchete con Vox, el gran vencedor de una jornada que resultó de infarto y que han convertido a la ultraderecha en llave del gobierno.

Con el 99,23 por ciento de los votos escrutados, los populares de Alfonso Fernández Mañueco obtuvieron el 31,43 % de los votos y 31 escaños, dos más que en los comicios de 2019, cuando quedó por detrás del PSOE con 29 procuradores y el 31,49 % de los apoyos (más de 376.000 papeletas). Aunque pierde más de 55.200 votos, el PP se queda, así, a diez escaños de la mayoría absoluta (41 en una cámara de 81 asientos), que sí alcanzará si suma los 13 parlamentarios que los castellanoleonenses han dado a Vox, disparado en las urnas desde el único diputado que consiguió en los anteriores comicios autonómicos. Casi 212.400 ciudadanos (el 17,6 % del total con el escrutinio en el 99,2 por ciento) apoyaron ayer la candidatura de la ultraderecha, encabezada por Juan García Gallaro. En 2019 habían conseguido el respaldo de 75.713 (el 5,5 por ciento.)

Al partido de Santiago Abascal, situado ahora como tercera fuerza en Castilla y León, podrían no bastarle en esta ocasión con ver los toros desde la barrera: su pretensión es negociar la entrada en el gobierno. Aunque la dirección no aclara todavía cuál va a ser exactamente su hoja de ruta tras los resultados de ayer, Abascal, eufórico, sí dio a entender que quieren sentarse en el Gobierno y aspira, incluso, a pedir la vicepresidencia para Garllardo. No es probable, en todo caso, que sus trece diputados le vayan a salir gratis a los populares, que tras su decisión de adelantar los comicios tuvieron que ir modulando sus expectativas, que al inicio situaban en alcanzar la mayoría absoluta y poder prescindir de cualquier socio de gobierno.

Al líder nacional del PP, Pablo Casado, le resultará más difícil de lo que esperaba presentar los resultados como un avance más, tras las victorias en Galicia y Madrid, de su camino hacia la Moncloa.

Los resultados no fueron buenos tampoco para el PSOE que, al contrario que el PP, fue ampliando sus expectativas a lo largo de la campaña empujado por las encuestas. En una comunidad gobernada por los populares desde hace treinta y cinco años, los socialistas perdieron ayer la primera plaza que habían conseguido por primera en las elecciones autómicas de 2019. El PSOE de Luis Tudanca se queda con 28 procuradores y pierden siete respecto a los anteriores comicios. La activa participación de Pedro Sánchez en la renta final de la campaña no ha dado los frutos esperados para el puño y la rosa. Los socialistas no logran sacar el partido deseado a su acción de gobierno en España y pasan de tener el 34,84 % de los apoyos a poco más del 30 por ciento. De casi 480.000 votos a unos 362.000.

Regionalistas.Parte de su votos han ido a parar a las fuerzas regionalistas, cuyos resultados son otra de las claves importantes en la jornada electoral de este domingo. En conjunto, obtienen siete procuradores. Así, como cuarta fuerza en las Cortes de Castilla y León se sitúa la Unión del Pueblo Leonés (UPL), una fuerza que propone que León sea comunidad y que suma dos procuradores al que ya tenía, igualando su mejor resultado histórico, el que obtuvo en 1999.

Soria Ya!, integrada en la plataforma política de la España Vaciada, fue otro de los grandes vecedores en el 13-F. Esta agrupación obtuvo más del 41% de los votos en su provincia, logrando irrumpir con tres procuradores en las Cortes de Castilla y León. Sus resultados salvan la papeleta para la plataforma política de la España Vaciada, que no logró obtener diputados en las otras cuatro provincias --Salamanca, Palencia, Valladolid y Burgos-- en las que concurrió bajo esa denominación en las que han sido sus primeras elecciones como herramienta electoral. Con más del 98,5 % de los votos escrutados, la agrupación de electores ‘Soria Ya’, encabezada por Ángel Ceña, fue la lista más votada en esta provincia. La otra fuerza regionalista que logra entrar en el Parlamento autonómico es Por Ávila, escisión del Partido Popular que consigue un diputado por su demarcación.

los grandes derrotados. La lista de grandes derrotados en la jornada de ayer la encabeza Ciudadanos, que de ser socio de gobierno del PP con 12 procuradores entra por los pelos en las Cortes, donde se queda con solo un escaño, sin grupo parlamentario. En la lectura nacional, sus resultados confirman la debacle de Ciudadanos, ahora un partido en caída libre. Su único asiento en el hemiciclo será para Francisco Igea, vicepresidente con Mañueco en el último mandato y el único de los aspirantes de la formación naranja que logra retener su acta por Valladolid. Ayer dejó la puerta abierta a su renuncia.

En comparación con las autonómicas de mayo de 2019, cuando formaron Gobierno con el PP de Alfonso Fernández Mañueco, han perdido 11 escaños, 151.690 votos y 10,44 puntos porcentuales de apoyo.

Mala jornada también la de ayer para Unidas Podemos, que pierde un escaño y se queda con un único representante el 5,09% de apoyos Los morados no logran rentabilizar el gobierno de coalición en el Gobierno del Estado y sigue estancado a la espera de que fragüe la plataforma promovida por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, cuya presencia en la campaña en Castilla y León se limitó a su participación en un acto. Podemos se anota en el 13-F otro mal resultado, otro golpe electoral tras dos citas con las urnas en las que consolidó su ‘suelo electoral’, como fue el caso de Cataluña y las elecciones en la Comunidad de Madrid, donde elevó su presencia pero supuso el final de la carrera política de su exlíder, Pablo Iglesias. Antes ya había sufrido la debacle en las autonómicas de Galicia –donde ya no tiene representación parlamentaria– y País Vasco de 2020.