Europa contiene la respiración ante el triunfo previsto de Giorgia Meloni

Italia votó este domingo hasta las 23.00 horas en España y lo hizo mientras en el resto de Europa, sobre todo en las instituciones comunitarias, se contenía la respiración ante la posibilidad de que se confirme lo que adelantaban los sondeos, y auguraban los distintos índices de participación que se fueron conociendo. Es decir, un triunfo de los partidos de la derecha y ultraderecha italiana.

La alta abstención auguraba que la unión de Hermanos de Italia (Giorgia Meloni), Liga Norte (Matteo salvini) y Forza Italia (Silvio Berlusconi) pasaría a gobernar el país con el ex primer ministro en un papel secundario y Meloni liderando con la extrema derecha al frente.

Los primeros sondeos dados a conocer por la RAI (la televisión pública) y periódicos como Il Corriere de la Serra, tras el cierre de los colegios, vinieron a confirmar los muestreos de días anteriores con el triunfo de Hermano de Italia con una horquilla de entre el 23-26% que se dispara hasta la mayoría absoluta con los votos de sus socios de la Liga Norte y Forza Italia. Meloni se convertiría, de esta forma, en la primera mujer presidenta del Gobierno.

De esta forma Italia será, tras Hungría, en el segundo país de la UE con un ejecutivo de ultraderecha aunque, al menos, han adelantado que mantendrán su espíritu europeísta y atlantista, en el segundo de los casos por propia convicción pero en el primero ante la necesidad de recibir los fondos europeos dada su dependencia económica; aunque, eso sí, cambiarán muchos las políticas en materia de inmigración y derechos de los colectivos LGTBI.

La oposición estaría liderada por Enrico Letta del Partido Democrático, que se quedó en el entorno del 20% aunque en solitario ante la fragmentada izquierda. Por su parte el del Movimiento 5 Estrellas de Giuseppe Conte logrós menos del 17% de los votos para instalarse en una especie de tierra de nadie.

El líder de la Liga italiana, Matteo Salvini, que volvió a romper la regla del silencio electoral, defendió que su partido aspira a ser una de las fuerzas parlamentarias “en el podio” para la formación de un nuevo Gobierno.

“Cuento con que la Liga será la fuerza parlamentaria en el podio, primero, segundo o tercero como máximo. A partir de mañana, no más palabrería y pasamos de los compromisos a los hechos. Tenemos las ideas claras”, ha pronosticado tras depositar su voto en Milán. Salvini ha reconocido que serán “meses complicados” para Italia ante la crisis energética y económica que sufre toda Europa, aunque ha precisado que “cuanta más gente vote, más fuerte” será el país, al tiempo que con estos comicios “la política se legitimará”.

La afluencia en las elecciones italianas bajó en todos los índices que se facilitaron y era del 51,16 % a las 19.00 horas (último dato ofrecido antes del cierre de los colegios) respecto al 58,40 % de los últimos comicios generales, en 2018, por lo que se vuelve a temer que haya una amplia abstención, sobre todo en el sur del país.

Los últimos sondeos, que son de hace 15 días, ultima fecha para poder publicarse, mostraban una afluencia en torno al 65 %, mientras que en 2018 la participación final fue de alrededor del 73 %, ya la más baja de la historia.

Según los primeros análisis, la afluencia desciende en todo el país, pero sobre todo en el sur con caídas importantes en Campania (-15,1 %), Molise (-13,9 %), Calabria (-13,0 %), Cerdeña (-12,6 %), Basilicata (-12,1 %).

Un ejemplo es el de Nápoles, donde a la hora reseñada, habían votado el 36,8 % de los electores respecto al 47,5 % del 2018. Para algunos analistas la caída en el sur, además de indicar un alejamiento de la política, podría condicionar el resultado final por el mal tiempo y las fuertes lluvias que han afectado durante todo el día en Campania.

Casi 51 millones de italianos estaban llamados a votar en una larguísima jornada que comenzó a las 07.00 horas locales y terminó a las 23.00 (hora local y española).