Una oportunidad para Galicia en Cabo Verde
AUNQUE CABO VERDE, país insular formado por diez islas, divididas entre Barlovento y Sotavento, y cinco islotes tiene una importante posición geoestratégica en el océano Atlántico, tanto para la pesca como para las comunicaciones -además de las marítimas por aquí pasan los cables submarinos que unen a Europa con África y América Latina-, sigue siendo un gran desconocido para Galicia y España.
En nuestra comunidad hay desde hace muchos años una gran colonia caboverdiana, con especial mención en Burela y se ha realizado una significativa inversión privada en turismo en la Isla de Sal (Riu, Meliá,...) y en la industria de la pesca o alimentaria (en San Vicente la compañía ribeirense A Poutada y el grupo malagueño Ubago tienen dos importantes centros de producción en la capital, Mindelo).
Pero como suele ocurrir en nuestro país, esta interesante iniciativa privada, no cuenta con el apoyo institucional que correspondería. Unas instituciones -incluidas las comunitarias- para las que han pasado inadvertidos los 14 años de Estatuto de Asociación Especial que este país mantiene con la UE. Ausencia aprovechada -una vez más- por China que año tras año incrementa su presencia en sectores estratégicos (como la energía) y el comercio.
Las elecciones a la Presidencia de la República que se celebraron est domingo, a pesar de ser la ocasión con más candidaturas, nada menos que siete, fue un duelo entre dos viejos conocidos, pues ambos desempeñaron el cargo de primer ministro, representantes a su vez de las dos franquicias políticas que se reparten el poder desde la independencia el 5 de julio de 1975: el MPD (Movimiento para la Democracia), de centro derecha, liderada por Carlos Veiga (Kalu) y los socialistas del PAICV (Partido Africano de la Independencia de Cabo Verde) con José María Neves a la cabeza. Las otras opciones, más radicales y populistas, nunca entraron en las quinielas más allá de lo que podrían restar a estas dos opciones mayoritarias.
La opinión escuchada y las encuestas daban como favorito al partido de izquierdas, como finalmente ha resultado, que no tendría que acudir a una segunda vuelta pues con el 97,1% escrutado ha obtenido el 51,5% de los votos, frente al 42,6% del conservador. La abstención, por el hartazgo de una población que no cree en los políticos, ha sido del 51,7%. Este resultado abriría un período de cohabitación toda vez que el MPD ostenta las responsabilidades de Gobierno.
Los retos que tendrá Neves por delante están claros: lucha contra la pobreza, la compleja realidad de la diáspora (Cabo Verde tiene el dos tercios de su población fuera del territorio nacional), jugar sus cartas geoestratégicas con acierto, el desarrollo sustentable del turismo, el equilibrio interislas y el desafío medioambiental. Todo ello en aras de ofrecer a la juventud una alternativa a la emigración, que a día de hoy no existe. Hablamos de un país con un nivel de precios bastante similar al de España pero donde el salario medio es casi cinco veces inferior.
Esperemos que la administraciones gallega y española tomen buena nota de esta nueva etapa y sepan aprovecharla. Hay mucho que ganar y se dan muy buenas condiciones para hacerlo. No es tarde.