Atribuyen a un trabajador el contagio de visones en A Baña
En diciembre ya se pudo constatar un posible positivo en Troitosende, pero no resultó concluyente // Adega asegura que constan infecciones por parte de esta especie a personas
Sacrificio mediante gas en los próximos días y desinfección exhaustiva de las instalaciones tras detectarse coronavirus. Este es el futuro más inmediado que le aguarda a los 3.100 visones americanos criados en Troitosende, A Baña, y cuyo contagio por COVID se atribuye a uno de los trabajadores asintomático.
Por ello, este viernes eran técnicos de la Xunta los que acudían a las instalaciones para entregarles escritos a su responsable, que vino de Holanda y gestionaba el complejo junto a un trabajador. Como causa, precisamente, se especula con una infección a los animales por parte del personal, ya que a juicio del director xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, José Balseiros, no está probado que se pueda dar el caso inverso. Además, también salía a la luz tras una entrevista de Europa Press en la que, ya en diciembre, se había constatado un posible positivo entre los animales de la granja, pero se calificó como “no concluyente”. Desde entonces, y siempre en colaboración con el Gobierno central, se aumentó tanto la frecuencia de los muestreos como el número de animales que analizaron.
En total, son 600 machos y 2.500 hembras los que engordan en la granja barcalesa, y que han puesto en el mapa al Ayuntamiento de A Baña como la segunda localidad española en la que se detecta la COVID entre estos animales, ahora inmovilizados y bajo control veterinario. El precedente fue Teruel, donde a mediados de 2020 acabaron con más de 90.000 de estos mustélidos criados por su piel.
Por su parte, desde AGAVI (la asociación de criadores), aseguran que se aplicaron todos los protocolos y controles en esta criadero en concreto, un posicionamiento radicalmente distinto al de organizaciones ecologistas como Adega. Esta entidad apunta en un comunicado que Galicia se expone a una “bomba pandémica” en caso de que no se erradiquen las 26 granjas de visones existentes en la comunidad (el 80 % del total de España) y creen que la única solución es el cierre cautelar de todas las instalaciones.
Además, contradicen a Balseiros, indicando que “mesmo chegáronse a documentar transmisións de visóns a humanos en granxas, e a aparición de novas cepas” en criaderos europeos, poniendo además sobre la palestra los casos detectados en Dinamarca, que obligaron a matar a “un millón de exemplares”.
Se da la circunstancia de que este diario contactó en días previos con el titular de otra granja de visones de A Baña, la de San Cibrán, que negaba tener contagio alguno e ignoraba este caso.
··· Desde Adega divulgan que la Xunta aplica “dende o pasado setembro” un programa estatal de prevención de COVID en las granjas “que só prescribe análises, control pasivo, se hai visóns con síntomas compatíbeis” o si alguno de los trabajadores “tivo un diagnóstico positivo”. Pero, de igual forma, insisten en que hasta noviembre del pasado año, “só se fixeran controis, todos negativos, en catro instalacións” de cría.
··· La polémica parece guiar el devenir de la granja de Troitosende, y en 2017 la Xunta emitía un informe sobre la legalización de nueve de las doce naves, construidas sin licencia. Tanto el jefe de Servizo Medioambiental como el subdirector de Avaliación Ambiental negaban en aquel entonces que el proyecto de Matomba Mink Farm pudiera generar “efectos significativos sobre o medio ambiente”. En esa época las instalaciones tenían capacidad para 2.700 hembras, según aportaban.